Uno de los retos identificados en la discusión inicial del Reporte Horizon Iberoamérica 2010 habla de la "Formación docente en la incorporación del uso de medios digitales en los procesos de enseñanza y aprendizaje". Otro recuerda que "El 'modelo educativo' [está] antes que el 'modelo tecnológico'". Hay algunas reflexiones que vienen a mi mente respecto a esto, que no logro concretar, así que tal vez escribir me ayude.
En mi experiencia, muchos procesos de formación docente son fantásticos para actualizar el discurso, pero rara vez inciden de manera radical en la práctica. Cambiar la práctica ocurre solamente cuando hay un cambio paradigmático de fondo. Pero, ¿cómo se logra esto?
No sé si podría dar una respuesta directa a eso. Tal vez los EduCamp son una experiencia en esa línea, pero sin duda faltaría mucho para que representen un cambio permanente de paradigma, aunque la observación me sugiere que una experiencia de choque como esta puede ayudar a reconocer otras posiblidades.
Con eso dicho, tal vez sí podría decir cómo NO se logra un cambio de paradigma, desde mi experiencia. Si la formación docente en el uso de TIC se realiza en sesiones que replican la noción del experto como 'transmisor' de conocimiento, nos estamos quedando cortos. Si el uso de TIC no está anclado en la utilidad personal (qué gano yo con esto, antes de cómo lo uso en el aula), nos estamos quedando cortos. Si se hace en espacios cerrados/controlados (incluso si 'simulan' el entorno abierto de los medios sociales), nos estamos quedando cortos. Si la formación se produce en filas debidamente organizadas, que siguen enviando un mensaje de estructuración y orden total en un entorno crecientemente incierto y complejo, nos estamos quedando cortos.
Como decía Barry Schwartz en su charla TED de 2009, si queremos que las personas piensen que no estamos hablando en serio de un tema (para el caso de él, la voluntad moral), basta con que lo pongamos en un curso debidamente empaquetado. Pienso que lo mismo puede aplicar para la formación docente. Si no integramos en los espacios de formación docente ideas que reflejen (o modelen?) cómo desenvolverse en un entorno radicalmente distinto, no estamos siendo serios con lo que pretendemos.
En síntesis, una vez más McLuhan puede tener razón, y el medio es en realidad el mensaje. Dedicamos mucho tiempo a definir qué deberían aprender los docentes en el uso de las TIC (hay ríos de tinta sobre 'competencias digitales para el docente'), es decir, el mensaje, y no suficiente a diseñar cómo deberían ser las experiencias que comuniquen ese mensaje (el medio). Y esto genera una disonancia clara entre el mensaje y el medio, y termina comunicando una versión distorsionada de lo que nos gustaría comunicar respecto al uso de las TIC.
Tal vez si pudiéramos trabajar más en el diseño de estas experiencias de aprendizaje, dejaríamos de escuchar ese frecuente clamor de "necesitamos que nos formen", y ayudaríamos a muchas personas a descubrir que, para bien o para mal, estamos en un período en el que es muy importante dejar atrás la necesidad del profesor/experto que nos 'forme', que nos diga por dónde ir (vienen a mi mente esas 'cosas infantiles' a las que se refería Paulo en su carta a los Corintios), para empezar a construir nuestro propio camino como aprendices (esto es, empezar a comportarnos como adultos, al menos en esta área).
No estoy seguro de que esto sea lo bastante claro, pero sin duda el ejercicio me ayudó un montón. Ojalá lo hubiera hecho antes de hablar.. :D