TEDucadores (como lo anunciaba en un post anterior) reúne a un grupo de personas interesadas en el uso de las charlas TED en los espacios educativos, mediante un wiki en el que reseñamos charlas y compartimos ideas y experiencias de uso, y conversaciones periódicas acerca de charlas de nuestro interés. Si usted ha usado, usa o desearía usar charlas TED en su práctica, o tan sólo tiene curiosidad por ellas, está invitado a hacer parte de este experimento. En nuestro wiki podrá encontrar más información sobre cómo participar.
La primera temática que elegimos en su momento fue la educación. La segunda es nutrición. Así que aquí hay 5 charlas TED que, desde mi perspectiva, usted no debería dejar de ver. Tienen que ver con nuestra comida y la de nuestros niños, y aunque se refieren al contexto estadounidense, basta con pensar en la invasión de comida rápida para imaginar que ese podría ser nuestro futuro.
En la primera de ellas, Ann Cooper, directora de nutrición del distrito escolar del valle de Boulder (Estados Unidos), plantea una clara crítica al tipo de alimentación a la cual se acostumbran los niños estadounidenses en las escuelas. Para un caso más local, no puedo evitar pensar en los efectos colaterales de la 'adicción' de más de un niño a las cajitas felices de McDonald's. Por momentos pareciera una forma de generar una asociación entre gratificación (los juguetes) y el producto que hay que comprar (y comer) para obtenerlos (el menu correspondiente), que tal vez es más fuerte en la vida adulta de lo que pensamos. Cooper es bastante apasionada y se nota su molestia por el estado de la comida escolar. Sus slides tienen mucho para mejorar , pero su discurso es muy interesante:
En la misma línea, Jamie Oliver, chef británico que recibió el premio TED de este año, sueña con educar a cada niño acerca de la comida, y presenta en su charla extractos de sus programas de televisión (que no recuerdo haber visto en Colombia, pero son bastante populares en la televisión por cable en Brasil), que resultan sencillamente inquietantes. Niños que no identifican una berenjena, o que piensan que la leche y el pollo vienen del supermercado. Contundente su punto respecto al azúcar:
Por su parte Mark Bittman, escritor de comida del New York Times, plantea una mirada alternativa al asunto de la comida, que no tiene que ver sólo con niños. Nuestro exagerado consumo de carne (carne y pollo, en especial) no sólo puede afecta nuestra salud, sino que tiene una relación directa con el calentamiento global. ¿Sabe usted de dónde vienen los alimentos que consume? La recomendación de Bittman es reducir de manera drástica nuestro consumo de carne (media libra a la semana parece ser adecuada desde el punto de vista nutricional), y preferir los productos locales, no industriales.
Louise Fresco da una mirada diferente al problema, recordando cómo la industrialización ha permitido alimentar más personas que nunca, y cómo el pan del supermercado es en realidad un símbolo de que la responsabilidad de alimentar a muchos ahora está en manos de muy pocos. Fresco invita a encontrar maneras de volver a lo local (local significa incluso producir comida dentro de las ciudades), con un mejor uso de la tecnología, mostrando una cara más compleja del estado actual de la agricultura y de cómo volverla sostenible.
Para terminar, Cary Fowler nos recuerda el valor (a veces olvidado, cuando todas las manzanas se ven iguales) de la diversidad en las semillas vegetales, y habla acerca de bancos de semillas, que sirven como almacenes genéticos para el futuro. En especial, se refiere al existente en Noruega, que alcanza casi el medio millón de variedades almacenadas, y que puede ser una herramienta indispensable en el momento en el que el cambio climático ocasione transtornos permanentes en el devenir de la agricultura mundial.
Cinco charlas que abordan el tema de la alimentación y la comida desde distintas perspectivas, y que invitan a preguntarnos un poco más respecto a la procedencia de nuestros alimentos, por qué comemos lo que comemos, y cuáles son algunos de los retos que enfrentamos para el mediano plazo. En términos educativos, creo que lo verdaderamente interesante es pensar en cómo podemos aterrizar estas discusiones localmente, y cómo identificamos alternativas claras para el futuro.