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Cada nuevo comienzo…

"Every new beginning comes from some other beginning's end"
"Cada nuevo comienzo viene del final de otro comienzo"
Closing Time, Semisonic

Quienes me conocen, saben que durante mucho tiempo he sido seguidor de diversas series de televisión, en especial de ciencia ficción. Recientemente, saben de mi especial interés por Héroes. Algo que siempre me ha gustado del esquema de televisión estadounidense, organizado alrededor de temporadas, es que una buena serie es capaz de unir los distintos hilos de una temporada en el final de la misma, y al mismo tiempo que hace un cierre, deja preguntas y posibilidades abiertas (lo que ellos llaman cliffhanger) que justifican el inicio de la siguiente temporada.

Por supuesto, rápidamente uno entiende que toda muerte de final de temporada puede solucionarse al inicio de la siguiente, y que rara vez los cambios son tan fundamentales como para alterar de manera irremediable el curso de una serie.

Para el caso de Héroes, se introdujo un interesante elemento adicional: la noción de "volumen". Así, la primera temporada era el volumen 1, que además tenía un nombre significativo, diferente a "Temporada 1". Para mi, esa noción simboliza que la historia que se está contando tiene una unidad estructural más clara, más definida que en otras series. Representa también que, cuando un volumen termina, se está llegando a un punto de corte en la trama. Los protagonistas han cumplido un ciclo, y se aprestan a iniciar uno nuevo.

¿A qué viene todo esto? Siguiendo la idea de que cada uno de nosotros vive su propia película, he tratado de organizar mi vida hasta el momento alrededor de esta idea de temporadas y volúmenes, pues siento que estoy terminando una temporada (mejor, un volumen) de mi vida, y que me preparo para iniciar otro. Si bien uno podría organizar volúmenes según diversos criterios, los que primero vinieron a mi mente fueron los siguientes:

  • Volumen 1: Orígenes (1977-1993). En este volumen se desarrollaron y consolidaron los hilos más importantes de la trama, así como las características del personaje principal (es decir, yo). Este volumen termina con la graduación del colegio.
  • Volumen 2: Uniandes (1994-1999). Este volumen abarca el tiempo de mis estudios de pregrado y el inicio de mis estudios de maestría. Algunos hilos de la trama y de caracterización del personaje principal se hicieron más fuertes, prometiendo crisis interesantes en el futuro. El final de este volumen ocurre con mi renuncia al trabajo de asistente que tenía en la oficina de investigación de Uniandes, ocasionado por la posibilidad (algo etérea) de un trabajo con Alvaro Galvis, en el laboratorio Lidie.
  • Volumen 3: Lidie (1999-2005). El inicio de este volumen me encuentra en la oficina de Alvaro Galvis, en una reunión con Luz Adriana Osorio, quien sería mi coordinadora al momento de iniciar actividades en el Laboratorio Lidie. Uno de los cambios más importantes de este volumen la aparición de Marie, con la que el personaje principal empieza a dar un vuelco fundamental a su vida. A lo largo de estos años, el protagonista estuvo una temporada como profesor universitario, y pasó por todos los cargos posibles en el Laboratorio Lidie. El final de este volumen lo marca, no la salida de Lidie, sino mi renuncia como profesor, decisión que tendría implicaciones cruciales en la trama.
  • Volumen 4: MEN (2005-2008). Esta temporada inicia con una llamada telefónica en la cual una amiga me pide que me comunique con Claudia Zea, en el Ministerio de Educación Nacional. Desde allí, la trama se desarrolla durante dos años y medio, a lo largo de los cuales comprendí un poco más cómo funciona nuestro sistema educativo y me asombré frente al nivel de avance real de nuestra especie, en muchísimos aspectos. En este volumen, también puedo decir que empecé a transformarme de un estudiante profesional (entrenado según los mecanismos de nuestro sistema formal) a un aprendiz principiante (más autónomo, con más sentido crítico y mucho más "desestructurado"). (Estas expresiones corresponden a un interesante post de Arthus Erea).
    El final de este volumen, que aún no ha ocurrido, tendrá lugar en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, mientras me despido de mi familia y abordo un avión para emprender, tal vez, la mayor aventura de la trama hasta el momento.

He estado considerando cuál debería ser el título del nuevo volumen, el cual empezará con mi descenso de un avión en la ciudad de Rio de Janeiro, y cuya trama está todavía por escribirse. Inicialmente, pensé en un nombre que diera continuidad a los volúmenes anteriores (los cuales, como es evidente, están casi todos titulados a partir de experiencias educativas o laborales), así que mi primera opción, hasta hace unas horas era:

Volumen 5: Brasil

Pero luego vi, finalmente, esta comentada presentación de Jill Bolte Taylor en TED2008:

Y si bien estoy de acuerdo con algunos de los comentaristas respecto a que habría sido interesante profundizar más en el aspecto científico de lo que ocurrió, sí llamó mi atención la diferencia que Jill hace entre los dos hemisferios de cerebro. Y me doy cuenta de que hasta el momento, los volúmenes anteriores han estado dedicados esencialmente al desarrollo del hemisferio izquierdo, por lo cual siento que es hora de prestar atención a mi hemisferio derecho. Así, he decidido, de manera un tanto ambiciosa, que el título de este nuevo volumen de mi vida sea el siguiente:

Volumen 5: Conciencia

Será un reto enorme hacer honor a tal título, pero bien vale la pena hacerlo.

Así que, con un enorme agradecimiento al mundo y a todas las personas que me acompañaron a lo largo del volumen 4 (y de los volúmenes anteriores) de manera directa o indirecta, se acerca el momento de cerrar un ciclo y de preguntarme, con anticipación y asombro, qué me depara este nuevo comienzo. Lo estimulante es que pienso que hoy soy, en muchos sentidos, una persona más madura y mejor que aquella que empezó el volumen 4. Lo cual abre maravillosas perspectivas.

Excelsior!


Un amigo que se va…

Hoy murió una buena persona. Andrés Bernal, Mr. Andy.

Tuve la oportunidad de estudiar con Andrés en la Universidad. Fue tal vez una de las primeras personas a las que escuché hablar de CGI, o que tenían la capacidad de escribir en HTML. Exóticas y admiradas habilidades para esa época. Pero más allá de eso, siempre fue para mi un tanto enigmático. Y generoso. Recuerdo cuántas veces, gracias a Andrés, pudimos acceder a boletas de cine que eran bastante codiciadas (por allá en la época de un experimento de Uniandes que se llamó Cinet, en asocio con Cine Colombia).

Solía reaccionar de manera inesperada y muy divertida frente a situaciones cotidianas. Sin duda, fue alguien que ayudó de manera significativa a que recuerde mi época de universidad como una de las más divertidas (en términos de cantidad de carcajadas) de mi vida. Y siempre le estaré agradecido por ello. Por Andrés conocí también música que no estaba preparado para escuchar en aquella época. Korn, por ejemplo. Recuerdo alguna vez que tenía en su discman un CD de Korn (Issues, tal vez?) que no empezaba en el primer corte, sino que tenía al inicio varios minutos de silencio. Al ponerme los audífonos y no escuchar nada, le dije que Andrés que no había sonido. Recuerdo que él estaba muy preocupado porque pensó que su discman o el CD estaban dañados. Sólo después de un rato recordó lo que pasaba con ese álbum en particular. Muchas risas luego.

Más tarde, Andrés tuvo que sufrir una larga y difícil enfermedad, que al final terminó con su vida. Lo cual lamento profundamente. Como decía un amigo de su familia hoy en el funeral, los jóvenes no deberían morir. Los padres no deberían enterrar a sus hijos. No obstante, la lección de vida que representa esa larga enfermedad hace simplemente ejemplar los últimos años de la vida de Mr. Andy.

Siempre estaré agradecido por la maravillosa lección que me enseñó sin pretenderlo, la última vez que pude hablar con él. De Andrés y de su mamá, aprendí que lo imposible puede ocurrir (aquello que podríamos llamar milagros), y que la entereza y la fe en realidad pueden cambiar nuestras vidas. Aprendí (o recordé?) que todo es posible. Todo, en el sentido más amplio de palabra. Incluso aquello que no somos capaces de imaginar. O de creer.

Así que, desde este aislado rincón de la Web, a la cual me acerqué en parte gracias a Mr. Andy, le rindo un homenaje, ahora que no está más entre nosotros.

Long live Mr. Andy!


Ausencia de puntos rojos…

Um, mi mapa de ClustrMaps me ha dado una sorpresa hoy: La maraña de puntos rojos (que representaban la ubicación de mis lectores) ha desaparecido. |-|

Resulta que ClustrMaps, en sus términos de servicio indica que, anualmente, el mapa existente es archivado, y se empiezan a generar puntos desde ceros. Obviamente, nunca leí esa parte de los términos de servicio.

Pero debo reconocer que se siente extraño ver el mapita taaaan despoblado. Además, resulta increíble pensar que ya pasó un año desde que instalé el mapa (así como resulta increíble pensar que empecé a bloguear en Blogger hace ya más de año y medio). Me siento como si estuviera empezando otra vez...

Pero me tranquiliza saber que mis lectores me ayudarán a poblar de nuevo el mapa, poco a poco. Supongo que esta vez estaré más atento a cómo evoluciona, y probablemente después podré comparar uno con otro, a ver qué cosas cambiaron. Según ClustrMaps, en un año tuve 22187 visitas, lo cual me resulta sorprendente. Es muy extraño pensar que este humilde y escondido sitio haya atraido tantas visitas en un año.

Así que no puedo menos que aprovechar esta renovación para agradecerle a mis 22187 visitantes por haber llegado hasta estos lares. Espero que lo que encontraron les haya sido de utilidad, o que al menos se hayan divertido así como yo lo he hecho cada vez que escribo.

Supongo que en un año realizaré mi primera comparación de ClustrMaps. Ya veremos cómo resulta! :D



Una deconstrucción de Right where it belongs…

Este post puede no ser de interés para muchos de mis lectores. Es una "de-construcción" (revisión + comentarios) de la canción de Nine Inch Nails que cierra su álbum With Teeth (Right where it belongs). Por casualidad (existe tal cosa?) terminé escuchando su versión acústica y, como uno ve el diablo donde quiere verlo, al escuchar de nuevo su letra terminé relacionándola con muchas de las ideas que rondan mi cabeza en las últimas semanas.

Es un ejercicio de asociación libre, así que no tiene un hilo conductor más allá de la letra de la canción. Por consiguiente, puede no llevar a ninguna parte.

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