Rob Cottingham publica, desde hace rato, una serie de caricaturas titulada Noise to Signal que le "ponen el dedo en la llaga" a muchos de los asuntos que esta Web 2.0 genera en sus usuarios. Unas cuantas de referencia (incluidas aquí gracias a la licencia CC bajo la que están publicadas):
La primera, que muestra lo que ocurre en muchas de nuestras organizaciones, con razón o sin ella:
"Lo siento, pero esto tiene que irse. La administración dice que podría ser usado para entrar a Facebook"
Esta otra, que habla sobre la cantidad de vaporware (o podría decirse crapware?) que toca aguantar en ocasiones. Cualquier parecido con algunas páginas web es pura coincidencia:
"Todavía tenemos que darle forma al concepto, la interfaz, el contenido, las utilidades, la arquitectura de información, los casos de uso y el modelo de negocio, pero aquí está el marco general. Son US$38.000"
Si usted se dedica a hacer talleres, cuide que no le ocurra lo siguiente:
"Mike, Carmel, usteden vayan a la tienda de jardinería y consigan cinco bolsas de caliza. Dana, Gord, Jill, consigan una lona y un tapete, y busquen en Google Earth un trecho de la autopista que esté alejado. El resto de ustedes, me ayuda a enterrar al facilitador... quien, irónicamente, aparentemente acaba de liderar el ejercicio de construcción de equipo más exitoso en la historia de nuestra compañía."
Uno más, que puede ser útil para ciertos directivos de organizaciones:
"Díganme más acerca de eso de 'bloguear' y cómo puede mejorar mi imagen pública."
Y por último, me encantaria ver la respuesta de más de un profesor frente al siguiente (y se escuchan al fondo los clamores de "Hay que prohibir Wikipedia!!!!):
"Creo que estará gratamente sorprendido por la calidad de mi trabajo en esta tarea. La hice por crowdsourcing."
(Por si acaso, se llama crowdsourcing al proceso de apoyarse en una comunidad para desarrollar un trabajo definido, con o sin reconocimiento -económico o no- para tal comunidad)