reEscuchar: Scala & Kolacny Brothers

Cuando vi el trailer de The Social Network, hace algunos meses, resultó muy interesante escuchar Creep interpretada por lo que parecía ser un coro femenino.  Pero, al fin y al cabo, es una canción tan popular que perfectamente podía ser una versión creada para la película (así como el fantástico Mind Heist fue compuesto por Zack Hemsey para el fabuloso trailer de Inception y, al menos en mi opinión, superó de lejos cualquier momento de la banda sonora de Hans Zimmer).

Eso era lo que pensé durante bastante tiempo, hasta que escuché en televisión (durante Nikita, las cosas que hay que ver) el mismo estilo de interpretación, pero esta vez con Exit Music (for a film), también de Radiohead.  Al menos para mi, eso es suficiente para que me obsesione con saber quiénes son estas personas que están haciendo covers tan particulares de estas (muy apreciadas) canciones.

La rápida búsqueda me llevó hasta una agrupación europea llamada Scala & Kolacny Brothers, quienes ya cuentan con ocho discos de estudio y en vivo.  Desde 2002, interpretan arreglos muy especiales de canciones conocidas de diversos géneros, con mucho énfasis en el llamado rock alternativo de los noventa, e incluyendo canciones populares de otras épocas.

Los hermanos Kolacny hacen los arreglos y dirigen un coro de 60 mujeres entre 16 y 25 años.  Lo que hace especial a esta gente es que los arreglos, que son esencialmente piano y ocasionalmente cuerdas, son acompañados (¿o al revés?) por un coro femenino que da una cualidad muy extraña a la interpretación, a pesar de la gran sencillez con la que la realizan.  Literalmente, es escuchar por primera vez canciones como Every breath you take (Police), Perfect Day (Lou Reed) o Walking after you (Foo Fighters), y descubrir un extraño “embrujo” en otras como Engel (Rammstein) o The beautiful people (Marilyn Manson), que contrastan con la inesperada y paradójica alegría de She hates me (Puddle of Mud) y Teenage Dirtbag (Wheatus).

Por alguna razón, la música de Radiohead se presta mucho para este estilo, y a los otros dos covers se une Fake plastic trees.  Adicionalmente, hay incluso una versión de Somebody (Depeche Mode).  Quienes me conocen, saben que esta canción es una de mis favoritas de todos los tiempos, así que fue fantástico encontrarla incluida.  Ahora, hay algunos que no me convencen tanto, como Joga (Björk), Can’t get you out of my head (Kylie Minogue) o I think I’m paranoid (Garbage).  Igual, perfectamente puede ser cuestión de tiempo para que llegue a apreciarlas más, como ya me pasó con 21 things I want in a lover (Alanis).

Como decía, es indudable que la interpretación es bastante sencilla (nada de polifonía en lo que he oído hasta ahora, lo cual me encantaría), pero el concepto es tan inesperado que funciona bastante bien.  Muy recomendado, y me recuerda la importancia de prestar más atención a lo que cruza por mis oídos.  Un verdadero reAprendizaje de todas estas canciones.

Carta de la tierra…

Después de mucho tiempo de aplazar la organización de mi navegador, me enteré de que Flock ya no será actualizado, lo que me llevó a mover toda mi información a Firefox.  En medio de ese proceso, estoy regresando sobre unas cuantas sesiones guardadas desde 2007, almacenadas con Session Manager.  Es curioso notar cómo algunos servidores y dominios ya no existen, otras páginas no se encuentran, y cómo la percepción de relevancia cambia a medida que pasa el tiempo.  Muchas páginas que quedaron guardadas porque en el momento (supongo) eran relevantes, ahora desaparecen de mi navegador con rapidez.

Pero otras tantas siguen siendo muy interesantes.  Por ejemplo, este post de 2008 en portugués, en el que una profesora brasilera habla de un proyecto escolar de medio ambiente y comparte una carta de parte de la Tierra (actuando como arrendatario) para nosotros (los inquilinos).  Aquí está la traducción:

CARTA AL INQUILINO

Señor arrendatario:

Me gustaría informarle que nuestro contrato de alquiler está a punto de vencerse, y para renovarlo tenemos que acordar algunos puntos fundamentales:

  • Es necesario que usted economice energía.  ¿Por qué gasta tanto?
  • ¿Y el agua que yo proveía en abundancia? Tenemos que renegociar el uso, pues usted desperdicia mucho!
  • ¿Usted cortó los árboles que dan sombra, aire y equilibrio? El sol está muy caliente y el calor aumentó! Es necesario que replante!
  • Y los animales del enorme jardín, ¿qué pasó con ellos?  Es extraño!! No encuentro algunos, y estoy segura de que cuando le alquilé la casa existían…
  • ¿Me puede responder qué son esos colores extraños en el cielo? No veo el azul! Y hablando de contaminación, qué basurero tiene, no?  Encontré objetos extraños por el camino: icopor, neumáticos, plásticos, papeles, alimentos…
Ah, Y tampoco ví a los peces que viven en los ríos y lagos… ¿¿LOS PESCÓ TODOS??

TENEMOS QUE CONVERSAR:  ¿Usted todavía quiere vivir aquí? En caso afirmativo, ¿puede cumplir el contrato? Me gustaría seguir teniéndolo conmigo, pero todo tiene un límite. ¿Será que usted puede cambiar?

Espero su respuesta y acciones.

Firmado por su casa,

LA TIERRA”

Bastante entretenido.  Sólo me queda la duda de cuánto tiempo de contrato nos queda.  De pronto un aviso de lanzamiento podría ser más efectivo que muchas otras cosas…

Lima

He estado en Lima en cinco ocasiones, la primera de ellas hace 10 años.  Y puedo decir que el 80% de las visitas ha sido una muy agradable experiencia.  El 20% restante significó, entre otras cosas, un replanteamiento de mi posición respecto a las invitaciones a conferencias, por causa de una experiencia realmente desgastante.

Puedo decir que, a pesar de las diversas visitas, no conozco mucho de Lima.  La primera vez me dejó como recuerdo una persistente llovizna y una capa gris que cubría la ciudad y ocultaba eternamente el sol.  La segunda, me puso en un curioso hotel que solía tener delfines (sí, delfines) en sus instalaciones, pero que estaba lejos de todo (caminando).  La tercera fue toda una aventura, que me generó un gran conflicto interno y pocas ganas de hacer turismo.  La cuarta me abrió la puerta a un nuevo entorno de posibilidades profesionales, pero me dió poco tiempo para hacer nada adicional. Y sólo en esta última puedo decir que he visto algo de la ciudad, pues mi percepción de ella era, esencialmente, nocturna, con visitas al centro y a algunos otros distritos.

Entre las particularidades de Lima está su inquietante tráfico.  Inquietante por el instinto suicida de muchos taxistas y conductores de bus, que excede el que uno ve en una ciudad como Bogotá.  Pero al contrario de Bogotá, en donde los taxistas llevan al pasajero sólo si va hacia donde ellos van (se supone que es un servicio público, caramba!), en Lima no sólo lo llevan a uno a donde desea ir, sino que usan su claxon/bocina/pito en la calle para llamar la atención de los potenciales pasajeros (lo cual no recuerdo haber visto en ningún otro lugar).  Esto se debe en buena medida a la gran cantidad de taxis que hay en la ciudad, y al mecanismo que permite que cualquier persona (sin necesidad de pasar por cooperativas o asociaciones de ningun tipo) pueda convertir su vehículo en un taxi.  A lo que no logro acostumbrarme es a negociar de antemano con cada taxista cuál es el costo del recorrido, pues no hay taxímetros. Para un turista es algo complicado, pues en la medida en que no hay puntos de referencia concretos, es difícil estimar si lo que cobra el taxista es excesivo o no. 

La persistente bruma que cubre con frecuencia algunas zonas de la ciudad (como Miraflores) proviene del oceano Pacífico.  Y en ocasiones vuelve al mar a lo largo del día, dando una bonita vista de la ciudad desde Larcomar, un centro comercial "subterráneo", empotrado en el risco que separa a la ciudad de su línea costera.  Almorcé en un Friday's que queda allí, y pude ver cómo la bruma daba paso a una vista más completa de la costa limeña.

Lima ha cambiado bastante en los últimos años.  Una sucesión afortunada de gobiernos locales ha recuperado muchas zonas de la ciudad (como el centro, por ejemplo, que solía ser un caos bastante oloroso), y la ciudad se ha consolidado además como un destino gastronómico, con alternativas para todos los gustos. Justamente, esta última visita estuvo especialmente ligada a la comida, tanto peruana (Tanta, Mango's) como internacional (La bisteca, Hervé y un par más cuyo nombres no recuerdo).  Finalmente tuve la oportunidad de ver Lima (al menos una parte de ella) de día, y me gustó lo que pude ver. Muestra una ciudad que está tratando de reinventarse, aprovechando la relativa bonanza económica que los últimos años han traído al país.   

Muy posiblemente, voy a seguir visitando con alguna frecuencia a esta ciudad durante este año, así que espero tener la oportunidad de ver más de ella.  Las personas y las posibilidades que han ido apareciendo sin duda exceden cualquier expectativa que pude tener en mi primera visita, lo cual hace que me sienta especialmente agradecido y curioso por ver qué nuevas sorpresas me deparará esta ciudad.

(hacía tiempo no escribía ni aquí ni en ningún sitio, y de veras lo extraño.. :-) )

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reAprender

Algo curioso ocurrió con el último post que escribí.  La aparente catarsis que representa me recordó que, después de todo, este espacio es mío solamente, y que si es de utilidad para alguien más, ese es un afortunado (pero inintencionado) efecto de borde. ¿Qué en ocasiones lo uso para, claramente, comunicar eventos y lugares en los que voy a estar? Sí, sin duda, porque me parece interesante tener la oportunidad de conocer a nuevas personas, con quienes he establecido algún lazo débil a través de este blog.

Pero ese es el uso menos frecuente que hago de mi espacio en línea. Aquí he incluido muchas reflexiones y descubrimientos (esto es, descubrimientos para mi) que con frecuencia me sorprenden cuando los vuelvo a leer (además me hacen pensar en qué es lo que realmente sé, y me llevan a desconfiar de mi memoria).  Ahora, aunque algunas personas, de manera muy generosa, me han recordado que el impacto de lo que escribo aquí puede ser mayor del que yo me imagino, me resisto a creerme el cuento y pretender que puedo "dar respuestas" de algún tipo.   Porque, para bien o para mal, o no las tengo, o pueden aplicar sólo para mi caso personal.

Por eso sigo pensando en mi blog como mío, lo cual me libera de mucha responsabilidad (igual yo me la pongo por otro lado, digo yo).  Y me lleva de nuevo a la sensación de limitación que tengo desde hace algún tiempo en relación con él.  Resulta que mis intereses son ahora (y han sido desde hace rato, felizmente) más amplios que la forma en que la tecnología impacta en la educación colombiana.  Por eso me siento cada vez menos cómodo escribiendo en algo llamado ".Edu.Co.Blog".   Por su parte, los otros blogs que creé en su momento (Divertimento y La mirada indiscreta), aunque me permitieron escribir sobre otras cosas, han terminado por perpetuar un extraño rasgo que he visto a lo largo de mi vida: tienden a crear compartimentos separados, y al final no son representativos de mi evolución como persona (y como Persona! El que tenga oídos, que oiga :D).

Por eso he decidido moverme a un nuevo lugar, pero sin clausurar este.  Cuando vea la utilidad de escribir en este blog (o en alguno de los otros), lo haré.  Y me aseguraré de que esa información quede compilada en mi nuevo blog, porque al final toda ella conforma el panorama de mis intereses y aprendizajes.

Desde hace algún tiempo comprendo mejor que "desaprender" es muy difícil (o casi imposible?) desde un punto de vista neurológico.   Desaprender significaría eliminar conexiones neuronales existentes, lo que todavía no somos capaces de hacer a voluntad.  Pero lo que sí podemos hacer es reAprender.  reAprender significa visitar nuevamente esas cosas que creemos saber (esas conexiones neuronales que tenemos activas) y, en caso necesario, actualizarlas/aprenderlas de nuevo con una perspectiva más sofisticada (esto es, generar nuevas conexiones que pueden -o no- reforzar las existentes).

Lo que me gusta del asunto es que se relaciona muy bien con una pregunta recurrente (¿Y si estoy equivocado?), que pareciera ser fundamental en mi proceso de aprendizaje.  Sólo cuando es posible estar equivocado, se abre la puerta a nuevas posibilidades de todo tipo.  Por momentos me digo que, de hecho, esa pregunta perfectamente podría estar en la raíz de muchas de las prácticas que reconocemos como innovadoras.  Y que la enorme dosis de certeza que pretende comunicar nuestra escolarizada sociedad termina por anularla, con las consecuencias que ello conlleva.

Así que lo que quiero hacer (y que de hecho vengo haciendo desde hace rato) es reAprender.  Por eso he decidido llamar así a mi nueva casa.  Porque reAprender no aplica sólo para la tecnología, sino para todas esas cosas de las que hablaba en mi último post.  Estoy cada vez más convencido de que necesitamos reAprender y reDescubrir (reConstruir?) nuestra relación con nuestro entorno, con el conocimiento y con el aprendizaje.  De mi parte, va a ser también una excusa para explorar nuevas cosas en relación con la tecnología, y para abordar nuevas etapas que están a punto de iniciar.

Así que, en adelante, tal vez seguiré escribiendo en los espacios que ya tengo.  Pero al final todo confluirá en un nuevo blog: reAprender.

Y aquí es donde esto toma cara de comunicación con otros.  Si algún lector desea seguirme acompañando, lo invito a ir allá y suscribirse por los medios habituales (RSS o correo electrónico), si así lo desea.  Pero, estimado lector eventual, recuerde que este es un registro parcial de mis ideas (pues el lenguaje es una herramienta muy limitada para expresarlas), así que no puedo responsabilizarme por las cosas que usted entienda a partir de lo que lee aquí (o allí, mejor). :) Tal vez lo más sano sería considerar que tanto usted como yo podríamos estar equivocados, y que esto es sólo un ejercicio de refinamiento del pensamiento (de mi pensamiento, si somos precisos) a lo largo del tiempo.

Con esto, diversas amarras se rompen, y parto a navegar en aguas familiares pero que estoy visitando nuevamente.  Parto a reAprender. :)


redescubriendo el mundo, una idea a la vez