Crosspost de un mensaje publicado en elearningcolombia@googlegroups. Una interesante discusión acerca de la validez de la información disponible en la red, que ha evolucionado hasta un cuestionamiento acerca de "la verdad", el cual no recuerdo hacer visto antes allí. Si usted no hace parte de elearningcolombia, lo invito a que se inscriba. Es una lista abierta.
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Hola Norma, Mario y Carlos
Dice Mario: "mi estimado Diego (ya que no le gusta que le digan doctor Leal)"
Jajajajaja! Creo que vale la pena explicar que me encuentro en una cruzada personal contra la "doctoritis" que tenemos tan incorporada en nuestra sociedad (en especial en el sector público). No tengo inconveniente en llamar doctor a un médico o al poseedor de un título de doctorado, pero hacerlo porque sí me parece una costumbre poco lógica. Con eso dicho...
Mario habla del "grado de acierto de la información disponible en
Internet". Coincido con Carlos en que es importante precisar a qué nos referimos con esto. Al menos para mí, este tema tiene que ver en principio con la validez científica de la información disponible.
¿Por qué validez científica? Debido a que soy un convencido de la utilidad del método científico como mecanismo para entender el mundo. En esa medida, si la información a la que accedo es científicamente válida (corresponde a hechos, no a opiniones), me da un punto de referencia sólido para ampliar mi comprensión del mundo.
Pero hablar sólo de validez científica es reduccionista, pues la mayor parte de los diálogos que tenemos a diario en temas de educación o aprendizaje no son necesariamente científicos, sino que están anclados en lo empírico, en la experiencia personal de cada docente o aprendiz. Pienso en este momento que a eso se debe precisamente la (feliz) dificultad de estandarizar los temas educativos: que dependen de cada persona y de su contexto, no de variables que pueden ser completamente aisladas de su entorno. Cada vez me convenzo más de la dificultad de entender los procesos de aprendizaje desde una perspectiva completamente científica.
Ahora, como todo científico sabe, en el fondo de la estructura misma de la ciencia se encuentra la duda permanente. Las respuestas serán válidas hasta que aparezcan otras mejores. Por eso en la mayor parte de las ramas de la ciencia se habla de Teorías, no de verdades absolutas (una excepción importante aquí podría ser la matemática, en donde se cuenta con axiomas, pero esa es otra discusión). De hecho, incluso algunas de las que consideramos leyes (como las Leyes de Newton) sólo son válidas en condiciones específicas.
Frente a la discusión que plantea Carlos sobre la verdad, difiero de Norma en cuanto a la utilidad de la misma [Norma decía que consideraba que era un discusión que no tenía mayor pertinencia en ese momento], pues siento que son de esas escasas oportunidades en las que nos estamos enfrentando a nuestros imaginarios más profundos acerca del mundo. Por lo cual no puedo dejar de pasar la oportunidad de hacer algunos comentarios.
Tal como dice Carlos, el proceso de la ciencia es en realidad una construcción colectiva, que depende de la validación de los hallazgos de algunos miembros de la comunidad por el resto de ella.
No obstante, uno podría matizar el proceso de las revistas especializadas a partir de varios elementos: (1) No todas las revistas especializadas son creadas iguales, y en ocasiones su aparición no está asociada a la presencia de una comunidad científica madura, sino a la exigencia de entes externos por disponer de este tipo de mecanismos de publicación, detrás de la lógica de "publicar o perecer". (2) Por lo anterior, no siempre los comités editoriales son del nivel más deseable, lo cual puede afectar en gran medida al sistema en su globalidad. (Ahora bien, habría que precisar si al hablar de estas publicaciones nos estamos refiriendo a cualquiera o sólo a algunas en particular -Caso Nature o Science-. Yo me refiero al contexto general).
Para mi caso particular (y aclarando que no me siento experto en nada), tuve hace un par de años la oportunidad de evaluar algunos artículos para el Congreso Colombiano de Informática Educativa. Recuerdo que uno de ellos lo rechacé pues, a mi juicio, no decía realmente nada que justificara su presencia como una ponencia en un congreso, para lo cual sustenté mi posición con diversos argumentos. Sin embargo, en el programa del evento me encontré la ponencia incluida, y decidí ir a verla, pues si había sido aceptada, probablemente el error de juicio había sido mio. Al terminar la presentación y comentarla con otros asistentes, la impresión que percibí fue que en realidad esa ponencia no debió ser aceptada. ¿Podríamos decir entonces que el proceso funciona?
Un argumento que he escuchado tanto de Stephen Downes como de Nancy White, se relaciona con la validez de la evaluación por parte de dos expertos, en contraposición a la evaluación por cientos de ellos. Es claro que esta relación es válida si los cientos de evaluadores son a su vez expertos en el tema (y si se cuenta con mecanismos de karma como los de slashdot, mucho mejor). Al final, el punto es que confiar en el criterio de dos o tres pares puede no ser suficiente para decidir si un artículo que no es publicado en una revista arbitrada en realidad carece de validez científica. En contraste, ni hablemos de lo que aparece publicado en algunos de nuestros libros de texto, en donde la información puede tener unos matices claramente tendenciosos (el caso de algunos libros de historia, por ejemplo).
Por otro lado, me encantaría saber si alguien cuenta con cifras que indiquen cuántos de los artículos publicados en revistas científicas son realmente validados por la comunidad. Mi sensación es que en muchos casos, cada investigador puede estar demasiado ocupado en "sobrevivir", como para dedicarse a validar los resultados de otros. Pero, obviamente, puedo estar equivocado, pues no cuento con suficiente respaldo empírico o experimental que me permita convertir esa sensación en una hipótesis, mucho menos en una teoría. El asunto es que esa carencia de validación afecta también al sistema en su globalidad.
Ahora, si bien el proceso que Carlos llama "natural" es más bien el "deseable", la misma construcción social de la ciencia nos lleva a escenarios que nos muestran la incertidumbre acerca de las comprensiones que tenemos del mundo. Como dije, en el fondo de la investigación científica se encuentra la duda y la necesidad permanente de actualizar las teorías vigentes para que reflejen las nuevas conclusiones y evidencias halladas.
Carlos habla acerca de los miles de personas que creían que la tierra era plana. Yo podría referirme a los tal vez millones de personas (incluido yo) que pensamos durante la mayor parte de nuestra vida que el último planeta del sistema solar era Plutón. O que repetimos (incluido yo) que el Universo empezó en una gran explosión llamada el Big Bang, lo cual también se encuentra en entredicho por parte de la física contemporánea. O que pensamos (otra vez incluido yo) que los dinosaurios eran grandes lagartos, cuando en realidad parecen estar más cerca de las aves. O, por último, que crecimos pensando que llegaba un momento en el que el cerebro dejaba de desarrollarse y la capacidad de aprendizaje se veía truncada. Afortunadamente, ahora sabemos que esto no es cierto, y que depende de fenómenos como la neuroplasticidad.
Recuerdo una pregunta a mansalva que alguna vez nos hizo un profesor en la universidad, mientras estábamos en clase. Nos pidió que demostráramos en ese momento (allí sentados)que la tierra era redonda. Esa pregunta nos obligó a aceptar que, en realidad, le "creemos" a la ciencia cuando nos dice que la tierra es redonda y que gira alrededor del Sol. En nuestra experiencia cotidiana, es probable que no tengamos una manera rápida de comprobar este tipo de cosas. Y así con tantas otras que aceptamos como "verdades" (cayendo en ocasiones en posiciones completamente dogmáticas).
Arriesgándome en un campo que claramente no es el mio (pero del cual quisiera saber mucho más), diría que en realidad puede ser difícil hablar de que "la verdad es una sola", como sugiere Carlos. Y no es una idea mía, sino que se concreta en discusiones filosóficas que involucran al subjetivismo o al relativismo, en contraposición al objetivismo (pido excusas si estoy haciendo mal uso de estos términos, por cierto).
Todo esto me lleva a una serie de cuestionamiento que, creo, están en el fondo de esta discusión. En su orden:
- ¿La educación con apoyo de TIC (el tema global que nos convoca en esta lista de correo) es un área de estudio o disciplina en sí misma?
- De ser así, ¿Es una disciplina científica, o humanística?
- De ser así, ¿Cuáles son los procesos de construcción de conocimiento más válidos para esta ? ¿Los relacionados con el método científico ortodoxo (diseños experimentales), o algunos más ligados a las ciencias sociales (como investigación cualitativa)? ¿Cuándo hablamos de aprendizaje, cuáles técnicas de validación de hipótesis son pertinentes?
- ¿Será que los "espacios de conversación, participación y colaboración" a los que se refiere Norma, son válidos para construir conocimiento en esta área?
- Si hay una verdad, ¿Cuál sería la verdad relacionada con este disciplina? ¿Podemos discernirla?
Sigo pensando que esta es una discusión de gran importancia, pues a menos que ataquemos estas cuestiones, seguiremos enfocando el tema de una manera bastante instrumental, lo cual siempre limitará nuestras posibilidades de trascender el consumo de información para avanzar hacia la creación original de la misma.
Al menos en esta área, que puede no ser equiparable a las ciencias exactas.
Frente a la duda final que expresaba Norma ("cómo "enseñar" a reconocer sitios mejores o peores, en el sentido de lo que venimos hablando, para aquellas personas que no están permanentemente en este medio"), a lo que se refiere es al desarrollo del sentido crítico. A mi juicio, este es el reto más trascendental en cualquier área del conocimiento. Sugerir sitios mejores o peores es el equivalente de dar el pescado; desarrollar el sentido crítico, equivaldría a enseñar a pescar.
Estoy seguro que muchos de los participantes podrían contribuir con estrategias para el desarrollo del sentido crítico. Yo no me atrevo a hablar de ello (y sólo podría hablar de mi caso personal), pues todavía es un "trabajo en progreso". :-D
Gracias por la paciencia ante este largo mensaje. No pude evitarlo. ;-D
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