En 2011, mientras avanzábamos con ArTIC-Uruguay, la Universidad del Valle (Univalle, Colombia) me invitó a realizar un taller en línea enfocado en temas similares a los que tratamos en el curso Grupos, Redes y Comunidades (GRYC), pero con un énfasis mucho más práctico y reflexivo.
El resultado de esa invitación fue un taller abierto de ocho semanas que llamamos TRAL, y que fue replicado por Univalle luego en dos ocasiones más. Fue la primera ocasión en la que todo el material que desarrollé para un curso abierto fue efectivamente reutilizado sin mi intervención directa, lo cual habla del interés de Univalle en apropiar este tipo de experiencias.
Para este año, Univalle tenía planeada una nueva oferta de TRAL para sus docentes pero, como todo está conectado :), una enorme inquietud que surgió a finales de año pasado en #explorArTIC se convirtió en una interesante oportunidad de hacer algo en conjunto con un fabuloso grupo de personas con quienes he tenido la oportunidad de aprender en los últimos años (Enith Castaño, Luz Pearson, Daniel Jimenez, Machi Alonso, Paola Dellepiane, Edgar Altamirano, Verónica Perrone) y otros a quienes conocí más recientemente (Francisco Morfin, Claudia Guerrero).
Con ellos hemos venido preparando una nueva edición de TRAL, que iniciará el 13 de Marzo y concluirá el 15 de Mayo. TRAL se enfoca en la caracterización y exploración de posibilidades de enriquecimiento de las redes personales y profesionales, con un foco bastante práctico pero incluyendo materiales de consulta adicional que permiten a los interesados conocer un poco más del contexto de estas ideas. Me gusta pensar que aquí están incluidas, en un entorno en línea, algunas de las cosas que desarrollamos en los talleres EduCamp y que han mostrado ser muy útiles a la hora de reflexionar sobre el propio aprendizaje. Así que si usted estuvo en un EduCamp alguna vez y quiere entender mejor qué había detrás de la experiencia, esta puede ser una buena oportunidad.
Así que me complace invitar a los eventuales lectores a conocer un poco más acerca de TRAL y, en caso de estar interesados, inscribirse en el sitio web que servirá como hogar del taller en la red: http://reaprender.org/tral
Hay una cosa importante para mencionar acerca de TRAL, y es que convoca la participación voluntaria de un montón de personas. Aquí no hay lucro para nadie, sino una enorme generosidad y capacidad de aprovechar la situación en la que cada cual se encuentra para hacer posible una experiencia colectiva abierta de la que se podrán beneficiar (ojalá) muchas personas de toda la región. Si vamos a hablar de prácticas educativas abiertas y de disrupción, pienso que hay una enorme responsabilidad de explorar alternativas (que no sean otro curso más en Moodle) que aprovechen el potencial que ofrece la red (sin segmentos artificiales de exclusividad) para contribuir a nuestro aprendizaje.
Hace poco más de un año, gracias al voto de confianza de la Dirección de Educación del Centro Ceibal (Uruguay), pusimos en marcha un experimento que comenzó como una oportunidad de articular dos formas de trabajo con las que inicié en 2007 (el EduCamp) y 2009 (los cursos abiertos en línea), pero que poco a poco se transformó en una de las experiencias más enriquecedoras que puedo recordar. ArTIC (Aprendizaje en Red con uso de TIC) comenzó como un curso de uso de herramientas de software social, pero rápidamente se convirtió en un laboratorio de experimentación de gran escala, en donde mediante actividades sencillas docentes de Uruguay y algunos de otros lugares no sólo empezaron a usar algunas herramientas tecnológicas, sino que descubrieron su potencial para la colaboración y el aprendizaje, y se reencontraron con un sentido de posibilidad que transformó su actitud frente al uso de la tecnología y, en algunos casos, su práctica de aula.
Cuando empezamos a percibir los efectos que estaba generando ArTIC, surgió la duda de cómo dar continuidad a lo que habíamos iniciado, considerando que muchos docentes expresaban su interés en profundizar en los aspectos conceptuales que están detrás de esta experiencia. Debido a que teníamos previstas cuatro cohortes iniciales de ArTIC, la posibilidad de poner en marcha cosas nuevas tuvo que esperar hasta este año.
Así que, gracias (otra vez) a la Dirección de Educación del Centro Ceibal, desde la próxima semana daremos inicio a algo que hemos llamado explorArTIC. Este es un espacio que, operando bajo la lógica de un curso abierto, comprende una serie de grupos de estudio mensuales que llevaremos a cabo en lo que resta del año, y que nos permitirán explorar y profundizar un poco más en las motivaciones, referentes conceptuales e implicaciones de concebir espacios de aprendizaje que ponen en juego un pensamiento de red. Nuestra selección para este año incluye materiales sobre conectivismo, conocimiento conectivo, aprendizaje autodirigido, ciberinfraestructura personal y los cambios de gran escala en nuestras sociedades.
Los grupos de estudio de explorArTIC serán abiertos y gratuitos, pero en ningún caso tendrán una certificación. Nuestro interés es abrir un espacio entre amigos, en el que podamos conversar respecto a temas importantes mientras descubrimos nuevas herramientas y posibilidades de colaboración. Esto es algo que quería hacer desde hace tiempo, pero sólo ahora aparece la oportunidad de volverlo realidad.
El lanzamiento del primer grupo será el próximo 12 de Junio a las 12:00m (hora de Uruguay. ¿Se encuentra en otra zona horaria?). Si está interesado en acompañarnos (hay múltiples formas de hacerlo!), encontrará mayor información en el wiki de ArTIC.
Esto abre una nueva etapa en el camino, que se sumará a nuevas cohortes de ArTIC que vienen para el segundo semestre y a una evolución en reAprender Radio, sobre la que hablaré dentro de poco. Todo esto está tomando una inesperada pero estimulante velocidad! Después de las pruebas de concepto que he tenido la oportunidad de poner en marcha desde hace ya varios años, parece que es el momento de empezar a crecer. Aunque esto asusta un poco, basta con mirar hacia atrás y pensar en muchas de las personas y situaciones maravillosas que he encontrado en los últimos años, para tener la seguridad de que podemos hacer mucho más (y mejor).
Así que los invito a acompañarnos en explorArTIC. Veremos a dónde nos lleva!
Casi un año después de que inició ELRN, he tenido ya la oportunidad de probar y ajustar paulatinamente las herramientas que uso para compilar y redistribuir la información del curso, usando como excusa la oferta de, primero, GRYC y, actualmente, DocTIC.
Haber llegado a este punto, junto con otro conjunto de factores, significa que es importante empezar a dejar un registro más "formal" de lo que he estado haciendo en el último año. Una oportunidad que aparece aquí es que un trabajo sobre estos cursos fue aceptado en la conferencia Open Education de este año (en donde tuve la oportunidad de hablar de los EduCamp el año anterior). Con eso en mente, he terminado un borrador de un paper que relata (por ahora) los aspectos referentes a la tecnología usada como soporte a estos cursos. Idealmente, este podría ser un punto de partida para otras personas interesadas en iniciar su propio camino en este tema.
Así que aquí está el borrador de este artículo, abierto para comentarios y sugerencias.
La cantidad de personas inscritas en DocTIC ha empezado a mostrar que, si bien la infraestructura usada funciona, tiene limitaciones claras (en términos de seguimiento, por ejemplo), lo que me ha llevado a dedicar algo de tiempo a pensar en la creación de alternativas que construyan sobre lo que he aprendido que es posible hacer (en términos de aprendizaje y tecnológicos) en la red abierta. Por lo pronto, lo que he estado haciendo (y que todavía está en pleno desarrollo) busca llegar a generar de manera automática los grafos de conversación, y de paso me ha permitido contar con algunas formas adicionales de acelerar el seguimiento. Pero eso es algo que todavía está en proceso, así que en su momento hablaré al respecto, y que puede parecerse (o no) a lo que está desarrollando Hans Põldoja con EduFeedr (del que me enteré gracias a Daniel Jimenez)
Por lo pronto, en este borrador hay un registro de algunos de los problemas que intenté resolver con la solución que he usado en mis cursos abiertos. Las posiblidades reales de reutilización por parte de otras personas todavía están por verse, por supuesto. Como he dicho en diversas ocasiones, este es un modelo que me ha funcionado razonablemente bien, y del cual me cuesta cada vez más trabajo alejarme cuando pienso en poner en marcha nuevas experiencias de aprendizaje. No obstante, eso no significa que sirva en todos los contextos. Me gusta ver el experimento apenas como una prueba de contexto.
Como de costumbre, comentarios y sugerencias son bien recibidos.
Ayer, como parte de los seminarios que son ofrecidos de vez en cuando por la UFRJ, tuve la oportunidad de escuchar a Alessandra Moura, quien es parte del Instituto Oi Futuro (encargado de los temas de responsabilidad social de Oi, uno de los operadores de telefonía celular y acceso a Internet más grandes del país). Alessandra hace parte de un equipo que trabaja en uno de los programas de Oi Futuro en el área educativa, llamado Tonomundo.
La charla de Alessandra fue una excusa para intentar una forma diferente de tomar notas. Hace poco recibí el libro Mapping Inner Space, de Nancy Margulies y Nusa Maal, que trata de mapeo mental y sirve como introducción a la labor de Registro visual. Así que lo que intenté fue "tomar notas" de una manera más 'visual' posible , lo cual no quiere decir que tuve éxito, pues me falta mucho para ser un buen dibujante. Igual, es mi primer intento, así que todo es ganacia. :>>
Las 'notas' que tomé fueron inicialmente en lápiz, para hacerlo sencillo. Luego, una fotografía (mi versión de "escanear" sin escáner) y algo de edición en Photoshop (lo cual no hacía hace rato). Aquí está el antes y el después de mis 'notas':
La edición fue más un asunto de limpieza y de colorear algunas zona, sin pensarlo demasiado (el color habría podido ser usado de una manera mucho más efectiva para codificar ciertas áreas de la presentación):
Lo que me gustó del ejercicio fue la posiblidad de organizar de una manera muy diferente la información. Con frecuencia sucumbí a la transcripción de viñetas, pero como decía, es un primer ejercicio, y poco a poco espero desarrollar más habilidad para capturar conceptos específicos. La otra cosa que no imagino todavía es el uso de color en "vivo". Me temo que me inquietaría demasiado "arruinar" el mapa.
He estado pensando que un ejercicio interesante podría ser intentar mapear algunas charlas TED (um, podría ser una excusa para retomar TEDucadores) a ver qué sale, como entrenemiento. Ahora se me ocurre que podría ser un simpático ejercicio para realizar con otras personas, pues el otro asunto es que no he visto muchas personas en nuestro entorno (o mejor, en MI entorno) que hagan este tipo de registro. Por supuesto, están Nancy White (y Rachel Smith lo intentó recientemente en Northern Voice), pero en español no he visto mucho todavía.
Pasando al otro tema de este post, hubo una frase controversial, que de hecho aparece bastante grande en el mapa de registro y que no pude dejar pasar. Hacia la mitad de su presentación, Alessandra se refirió a un político (no identificado) que en alguna reunión sobre temas educativos se puso de pie en medio de la discusión, tomó la palabra y dijo lo siguiente:
"Es necesario salvar a la educación de los salvadores de la educación."
Claramente, esta frase es muy provocadora, y a la vez provocativa, pues sirve para aplicarla en muy diversos contextos. Por eso pregunté acerca del contexto original, pues me está empezando a producir algo de desconfianza esta manía de usar cualquier frase para justificar cualquier cosa.
Alessandra explicó que, en su contexto original, la frase aparece porque en una reunión sobre un proyecto educativo, un individuo insistía en proponer ciertas cosas (ella no mencionó qué exactamente) que no tomaban en cuenta lo que decían los docentes y directivos institucionales que estaban presentes. Según entendí, el lío es que esta persona (según Alessandra) no consideraba otro punto de vista que no fuera el propio, y se presentaba de algún modo como el "que sí sabía qué era lo que había que hacer" (actitud que me parece peligrosa y envidiable a la vez), como "salvador de la educación". Así que, supongo que después de una discusión muy desgastante, este político se pone de pie, dice lo que dice y, de acuerdo con Alessandra, dejó sin palabras a los asistentes.
Con este contexto, el asunto se entiende muy bien. Pero tiene otras lecturas posibles. Durante mi paso por el Ministerio de Educación, por ejemplo, pude ver de primera mano la inmensa dificultad de coordinar los esfuerzos que diversas organizaciones ponen en marcha (y me estoy refiriendo sólo al área de las TIC). Hay demasiados intereses y visiones de mundo en juego, y eso hace que lo que es una respuesta fundamental para unos, para otros sea apenas una parte del problema.
Tal empresa decide que lo que va a hacer es localizar los "contenidos" (ay) que fueron desarrollados en otro lugar, para lanzar su propio "portal". Otra decide que los programas de formación docente deben apuntar a sus productos de software y no a otros. Otra entidad estatal (por alguna razón) decide que lo que hay que hacer es comprar y poner computadores en una escuela, y llama una semana antes del lanzamiento (!!!) a preguntar qué hacer con ellos desde el punto de vista educativo. Otro promociona hasta el cansancio el último tablero digital, la última versión del programa de código abierto, el último dispositivo de alta tecnología, como lo que hacía falta para modermizar y revolucionar a la escuela. El Ministerio de Educación hace su mejor esfuerzo para 'organizar' todo lo que ocurre. Y a pesar de todo ello, en muchos casos los resultados no son tan diferentes a lo que este clásico video mostraba de manera contundente:
¿Y qué relación tiene todo esto con la frase? Pues que hay ciertos 'salvadores de la educación' de los que definitivamente valdría la pena salvar a la educación. Muchos de ellos son quienes siguen convencidos de que la tecnología por sí misma va a cambiar todo (para bien).
Creo que en parte por lo anterior es que mi discurso se ha moderado enormemente en los últimos años. Basta con salir a la calle, ver la televisión o navegar un rato por la red para recordar la impresionante complejidad (y diversidad) del mundo que nos rodea. ¿Existen soluciones universales? Me temo que no. De ningún tipo. ¿Existen respuestas correctas o finales? Me temo que tampoco. Basta con dar una mirada a la historia para encontrar una y otra vez respuestas "correctas" y "finales" que dejaron de serlo 50, 100, 500 años después. Es un asunto de perspectiva. ¿Acaso sabemos cuáles de nuestras respuestas "correctas", a las que tanta energía les ponemos, serán una anécdota curiosa dentro de 100, 200 años? Una vez más, me temo que no.
Por eso prefiero dudar y preguntarme sobre lo que veo, percibo y creo comprender. Si bien los párrafos anteriores muestran una posición algo beligerante frente a diversas 'respuestas' al problema de la educación, lo cierto es que poco a poco veo que es inevitable que tales 'respuestas' aparezcan y sean puestas en práctica. Y no sólo es inevitable, sino deseable, pues de allí podrían surgir verdaderas respuestas para los problemas más críticos de nuestra especie.
Lo que sería fabuloso, digo yo, es que nos atreviéramos a hablar de manera abierta de los problemas y de las limitaciones de nuestras propias respuestas. Que nos permitiéramos ver más allá de nuestra identidad institucional o intelectual, para considerar los supuestos sobre los cuales hemos construido tales certezas. Aunque resulta algo ingenuo, no dejo de imaginar cómo sería el mundo si el representante de Microsoft reconociera abiertamente las limitaciones de sus productos, mientras el vocero del software libre hace lo propio. Si el vendedor de tal o cual tecnología diera una mirada a la historia reciente y descubriera que, una y otra vez, el aparato que ha sido promulgado como la 'revolución' (en términos educativos) ha dejado de ser relevante unos años después, para dar paso a la siguiente novedad, y lo reconociera de tal manera en las reuniones que tiene con posibles compradores.
No dejo de pensar en cómo sería el mundo si docentes y directivos hicieran (o hiciéramos, pues al fin y al cabo también soy docente, no?) más preguntas incómodas a los vendedores y gurús de las nuevas tecnologías, como lo sugería Stephen en su charla de 2004.
Así que, después de todo, la frase no me convence porque tiene demasiada ambigüedad. Si tenemos que salvar a la educación de los salvadores de la educación, nos estamos conviertiendo en salvadores, así que la educación debería ser salvada de nosotros mismos. Una contradicción clara, pero que no es abordada cuando se suelta una frase "provocadora" en medio de una presentación. Y el riesgo que corremos es seguirla repitiendo (como tantas otras cosas) de manera automática, porque suena/parece bien, sin detenernos a realizar esas preguntas incómodas.
Todo esto me obliga a tratar de ser consecuente, y cuidarme de reconocer y señalar las limitaciones de experiencias como las de los cursos abiertos, que pueden servir para algunas cosas y no para todas. Así como a tratar de cuidar al máximo lo que incluyo en mis presentaciones, o en mis intervenciones en público (a partir de esta reflexión, con un transfondo de memética), reconociendo la responsabilidad inherente a hacer parte de estos espacios en línea.
No está de más mencionar que, al menos hasta donde alcancé a ver, el tema de la responsabilidad social tiene un alcance y una madurez muy notoria en Brasil, y el trabajo de Institutos como Oi Futuro, o de Vivo Educa (quienes me han invitado a un seminario en Sao Paulo el próximo mes) en realidad tiene un impacto de gran escala. Como se indica en las notas, Oi Futuro provee conectividad (gratuita!) a 45 mil escuelas de Brasil, y el programa Tonomundo ha sido adoptado como política pública en varios estados de Brasil, y en la república de Mozambique en Africa.
Igual, esta es una primera mirada a lo que ocurre localmente, que como suele ocurrir en las presentaciones, suele sonar siempre bastante bien. Ver para creer.