Category Archives: Educación y Sociedad

Educación, autonomía, visibilidad y tecnología

Hace un par de semanas, Alvaro Quiroga me invitó a tener una conversación sobre cómo la tecnología posibilita nuevas formas de visibilidad y autonomía desde mi experiencia personal, y cuáles son las relaciones que esto puede tener con nuestro sistema educativo.

Fue una conversación que hace parte de un experimento (muy activo, por cierto) que Alvaro está adelantando con profesores del Politécnico Grancolombiano, a quienes invita para conversar sobre diversos temas (que no tienen que ver necesariamente con la tecnología) que luego son publicados en un blog público (llamado CREAR).

Es una interesante forma de empezar a generar comunidad local a partir de la visibilización de estas conversaciones, que son muy comunes en nuestros pasillos, pero que rara vez quedan expuestas a un público más amplio.

Así que aquí está el audio de la conversación, que me sirvió además como excusa para desempolvar el podcast que tengo en Odeo, y que hace tiempo no utilizaba:



Gracias a Alvaro por la invitación, y por obligarme :D a intentar poner en claro algunas ideas que rondan mi cabeza desde hace algún tiempo. Los invito a ir a CREAR, y explorar el material adicional que se encuentra disponible.

Technorati:

Good Internet / Bad Internet

Hace algunos días, descubrí a través de la televisión brasilera una campaña de anuncios de la unidad de AOL del Reino Unido, que estuvieron al aire, hasta donde entendí, durante 2005.

En dos minutos, cantidades de ideas vinieron a mi cabeza, así que los busqué en YouTube, los importé a DotSub (esperando no haber quebrado ninguna ley, pues al fin y al cabo los anuncios podían descargarse en su momento de la página de AOL) y los traduje.

Aquí están, pero debo sugerir con mucha insistencia, que por favor los vean antes de continuar leyendo. Son dos videos de un minuto cada uno, así que no llevará mucho tiempo. Después, algunas reflexiones:

Good Internet

Bad Internet

Para empezar, ¿alguno de los dos videos le causa molestia? En lo personal, pienso que si uno ve sólo el segundo video (Bad Internet), y está muy metido en esto de 'promover' la tecnología, queda con una curiosa sensación de "qué video tan tendencioso! Es el colmo!".

Por eso pienso que estos dos videos deben verse en conjunto, porque ponen en clara evidencia que este no es un asunto en el que alguno de los dos lados tenga la razón. Los dos videos dicen cosas que son hasta cierto punto, verdaderas, y muchas otras que no son tan reales como nos gustaría (basta pensar, por ejemplo, en la censura en China).

Lo que me llamó la atención de esta campaña es que, por primera vez hasta donde puedo recordar, veo anuncios comerciales que tratan de abordar de una manera más o menos objetiva un tema, y en especial este tema.

Y, pensando en que estamos hablando de una corporación como AOL (que tiene mucho que perder) y de una agencia de publicidad, entidades que me temo no tienen un historial muy grande de objetividad, no puedo evitar preguntarme cómo puede ser que una campaña publicitaria de AOL se dé el lujo de ver los dos lados de este tema, y que lo mismo nos cueste tanto trabajo cada día a muchos de nosotros.

No puedo evitar pensar en los defensores a ultranza de Internet, que desdeñan cualquier crítica a los efectos de la tecnología, y que de ninguna manera incluyen en su discurso las problemáticas asociadas a la misma, así como no puedo evitar pensar en los críticos más fuertes de la red, que no se permiten ver las cosas buenas que puede traer y ha traido (Por cierto, de veras recomiendo dar una mirada a la transcripción de una presentación de Danah Boyd, que a mi juicio es un ejemplo fantástico de esa objetividad a la que me refiero).

Por supuesto, la discusión de fondo está en si un uso responsable (si lográramos definir qué significa tal cosa) nos acerca a lograr el potencial positivo de la tecnología y a prevenir sus efectos negativos. Pero mi impresión es que no estamos discutiendo ninguno de esos aspectos con la seriedad que merecen.

De manera consciente o inconsciente, seguimos poniendo en marcha proyectos de desarrollo de todo tipo de cosas, sin reconocer que vamos a alterar de manera activa (y tanto positiva como negativa) nuestro entorno. Con esgrimir las metas del milenio, o los indicadores que muestran "cómo está de mal Colombia en comparación con ___________", basta para justificar altísimas inversiones en equipos, por ejemplo. Y lo digo porque lo he percibido claramente en el pasado, en los espacios en los que me he encontrado. Un interés por mostrar resultados, pero sin analizar con suficiente seriedad las consecuencias de lo que hacemos.

Pero en fin, me parece fascinante pensar en la cantidad de conversaciones de aula que pueden desprenderse de observar con atención estos dos minutos de video. Uno podría pensar en deconstruir en detalle cada video, para evidenciar con claridad que detrás de todo material publicitario hay una agenda y unos intereses específicos, y llevar esta reflexión a la tecnología que usamos a diario.

Uno podría incitar a estudiantes a sustentar los puntos de vista que promueve un video, y a pensar luego en los que promueve el otro. Uno podría mostrar, precisamente, que NO hay una respuesta final. Y que eso está bien. Y llevar esta conclusión a muchos otros escenarios.

Uno podría pensar en que esta discusión es tan importante para cualquier profesional como para los estudiantes, y promoverla de manera activa en los montones de talleres y presentaciones que tenemos sobre el tema. Son apenas dos minutos!

Dos minutos que generan un montón de ideas y un montón de posibilidades. Y que son, al mismo tiempo, un fabuloso llamado de atención respecto a cómo mantener una actitud no necesariamente objetiva, pero sí decididamente crítica.

Ojalá los hayan disfrutado. Y ojalá sirvan para disparar nuevas conversaciones!

Creative Commons License: Attribution, Share-AlikeA excepción de que se indique lo contrario, este contenido está publicado bajo una licencia Creative Commons.

Una mirada a la crisis…

Via presentationzen (si usted quiere mejorar la forma en la que piensa/realiza presentaciones, de veras debe seguir este blog), un video/presentación de Jonathan Jarvis, en el que se explica de manera muy clara y entretenida cómo se originó el problema financiero estadounidense:

Si le gustó, y quiere saber más acerca de lo que ha ocurrido tras bambalinas con todo el proceso de rescate financiero, hay un artículo de Matt Taibbi en Rolling Stone que de veras vale la pena leer.

Como nota al margen, todo este asunto resulta realmente inquietante, y no puedo dejar de pensar en las lecciones que debería dejar para nuestro sistema político y financiero, que si bien no funciona de manera idéntica al estadounidense, sí puede estar viciado por algunas de las cosas que están reventando por allá. Obviamente, esto sin considerar las implicaciones de esta crisis a nivel global, que no son pocas. La impresión más fuerte que me queda tiene que ver con cómo los mecanismos de participación ciudadana (que en muchos aspectos son más fuertes en US que en Colombia) no parecen tener efecto sobre las decisiones gubernamentales, las cuales como dice Taibbi, parecen ser exclusivas de los iniciados que sí entienden de economía (pero, sí entienden en realidad?).

La otra cosa que viene a mi mente es la gran relevancia de que nuestros niños y jóvenes entiendan cómo funciona el sistema financiero. Y no estoy hablando de cómo llevar libros contables (que fue lo que me enseñaron en el colegio), sino de cuáles son las variables y procesos que intervienen en la economía a nivel macro y micro. Lo cual no quiere decir que yo lo sepa, por cierto.

Stephen señalaba de manera tangencial, en un interesante post, cómo poco a poco nos estamos dando cuenta de que "las leyes y principios de la naturaleza que dábamos por hechos eran en el mejor de los casos aproximaciones de la realidad, y en el peor de los casos, proyecciones de nuestros propios pensamientos, valores y creencias sobre la naturaleza" y se preguntaba a partir de esto "cómo más se explica un sistema económico basado en la expansión infinita del capital?".

Esa creencia, reflejada en nuestra aceptación de que en Enero de cada año todos los precios TIENEN que subir, está ligada a una obsesión por tener MAS, lo que al final está en el fondo de la actual crisis (no es tan sencillo como esto, pero tiene que ver). Lo cual es un tanto desolador, pues significa que para resolverla tendríamos que lograr un cambio en la forma como cada uno de nosotros concibe el sentido de la vida... Obviamente, esa es otra historia.

Para no hacer más largo el asunto debo decir que, para sazonar esta discusión (que nos lleva de nuevo al problema de los fines de la educación) vale la pena dar una mirada al documento de Edgar Morin titulado "Siete lecciones complejas en educación para el futuro" (disponible en español aquí, no lo he leído). Morin, así como Postman en "The End of Education", empieza a proponer alternativas para contar con una generación que pueda tomar distancia crítica frente al imperativo de "tener más", en el cual están basados muchos de los líos que vemos en nuestro entorno cotidiano.

Mucho más para decir, pero aún más para pensar, así que dejémoslo de este tamaño. ;)

Creative Commons License: Attribution, Share-AlikeA excepción de que se indique lo contrario, este contenido está publicado bajo una licencia Creative Commons.

Opening Education: 2020 and beyond (Parte 1)

FutureLab, una organización del Reino Unido, tiene una serie llamada "Opening education" (Abriendo la educación), que se enfoca en ideas emergentes en educación y tecnología y que busca, según sus autores, abrir nuevas áreas para el debate y la discusión a partir de nuevas visiones para la educación,

En 2007, esta organización produjo un documento llamado "2020 and beyond" (2020 y más allá), en el cual presentan una serie de escenarios futuros de uso de la tecnología para el año 2020, y proponen algunas preguntas y problemas que se desprenden para el sector educativo a partir de estos escenarios.

Desde hacía rato tenía este documento entre el tintero así que, aprovechando una escala larga, terminé por revisarlo y comentarlo. Por supuesto, esta revisión estaba condenada a convertirse en un post… (Nota técnica: el documento fue revisado usando tanto el lápiz como mis dedos como mecanismos de interacción. También pude comprobar cuánto ha avanzado la tecnología de reconocimiento de texto, en una aplicación como Windows Journal).

Iré señalando apartes específicos del documento, para proceder luego a contextualizar un poco a nuestra realidad local, pues el documento está escrito pensando en principio en las expectativas de desarrollo tecnológico factibles para el Reino Unido.

Las personas de FutureLab empiezan haciendo un reconocimiento de las labores de futurología que está realizando su sistema de educación (como en otras ocasiones, la traducción es mía, así como los errores que en ella puedan encontrarse):

At the present time the UK education system is witnessing a rash of crystal ball gazing. The Education 2020 report provides a vision for personalised learning for the next 13 years; the Building Schools for the Future programme is engendering debates about the institutions and structures of schooling for the next 50 years; and the 21st century curriculum reviews at QCA are generating discussions about the purpose and function of education for the next 100 years.

En la actualidad, el sistema educativo del Reino Unido está enfrentando una repentina aparición de predicciones hechas mediante bolas de cristal. El reporte Educación 2020 provee una visión para el aprendizaje personalizado para los próximos 13 años; el programa Construyendo Escuelas para el Futuro está gestando debates sobre las instituciones y las estructuras escolares para los próximos 50 años; y las revisiones del currículo del siglo XXI de QCA están generando discusiones sobre el propósito y función de la educación para los próximos 100 años.

De entrada, esto representa una diferencia sustancial con los plazos de visión. En Colombia lo más cercano que tenemos a esto es el documento de visión 2019 y el Plan Decenal de Educación que llega hasta 2016. De ahí para allá, hasta donde sé, no nos estamos imaginando nada. Estamos hablando sobre las estructuras educativas para los próximos 50 años? No que yo sepa. En lo referente a currículo, lo predominante aún es la propagación del enfoque por competencias, que debería quedar en los próximos años integrado también a la educación superior (sin mayor discusión acerca de su propósito de fondo). En cuanto a lo tecnológico, la avanzada en este momento parecen ser los tableros "inteligentes" y los pilotos de computación 1:1 (un computador por estudiante).

Ahora, discusiones sobre el propósito y función de la educación para los próximos 100 años? No, nada de eso. El mayor empuje (para bien o para mal) está enfocado a generar programas de educación virtual (que en general terminan siendo más de lo mismo o peor, pero usando Moodle). En muchos de nuestros eventos académicos, la discusión sigue siendo sobre los "modelos pedagógicos" que pueden ser aplicados con tal o cual tecnología emergente (la tecnología móvil sigue de moda en estos días), o en conocer enfoques "novedosos", que en ocasiones resultan no sólo retóricos, sino incluso trasnochados cuando nos llegan. En muchos otros, la discusión termina volcada hacia la defensa de los derechos (o la palabra adecuada será intereses?) de grupos específicos. En todo caso, poco se está hablando de los fines de la educación para el corto y mediano plazo, y ni se diga para un plazo de 100 años.

En ese sentido, no puedo evitar pensar que estructuralmente tenemos una visión de muy corto plazo. Será que si hiciéramos un ejercicio serio de pensar los próximos 100 años de vida republicana (con las evidentes dificultades que ello implica, dada la incertidumbre que nos rodea), podríamos orientar mejor las decisiones y políticas de hoy (que de por sí están bastante afectadas por las emociones y pareceres de determinadas personas, que son aún más de corto plazo)? Qué tal si invitáramos a nuestros níños y jóvenes a imaginarse la educación que tendremos en 100 años, sin intervención alguna de adultos con intereses definidos (léase sin la intervención de profesores, directivos o cualquier otro personaje adulto que tenga su mirada puesta en cómo funcionan hoy las cosas -en el mejor de los casos-, o cómo funcionaban cuando ellos eran jóvenes -"todo tiempo pasado fue mejor", no? - )?

In producing this brief paper, we want to ask the questions:

  • To what extent are we prepared, as a society and as educators, for the massive changes in human capabilities that digital technologies are likely to enable in the next 13 years?
  • To what extent are our future visions for education based upon assumptions about humanity, society and technology that are no
    longer valid?
  • To what extent can we, as educators, help to shape the developments of technology in order to enhance human development?

Al producir este artículo corto, queremos preguntar:

  1. ¿En qué medida estamos preparados, como sociedad y como educadores, para los cambios masivos en las capacidades humanas que las tecnologías digitales probablemente habilitarán en los próximos 13 años?
  2. ¿En qué medida nuestras visiones futuras para la educación están basadas en presunciones sobre la humanidad, la sociedad y la tecnología que han dejado de ser válidas?
  3. ¿En qué medida podemos, como educadores, ayudar a moldear los desarrollos tecnológicos para mejorar el desarrollo humano?

Aquí aparecen dos aspectos que dependen poderosamente de nuestra situación actual como nación: Por un lado, en dónde estamos en términos de desarrollo tecnológico y por otro, cómo nos desarrollaremos en los próximos 13 años. El asunto es que ninguno de los dos aspectos luce del todo tranquilizante.

Puede ser interesante tratar de elaborar alguna respuesta a estas preguntas, teniendo en cuenta nuestro contexto:

  1. A riesgo de pisar callos, me atrevo a decir que estamos muy mal preparados como educadores (y probablemente como sociedad) para asumir los cambios que este documento prevé. Para la mayor parte de nuestros educadores, las TIC (digamos, un computador básico) siguen siendo todavía "Nuevas Tecnologías". Ni se diga de aparatos con interfaces táctiles, GPS, etc. Ahora, esto no significa que otros países (incluso los llamados "desarrollados") estén mejor. Una y otra vez aparecen percepciones de diversas personas sobre el limitado uso que nuestros jóvenes están haciendo de la tecnología, con un énfasis bastante marcado en el entretenimiento y muy poco en otras áreas como el aprendizaje (aunque uno podría argumentar que todo es aprendizaje, mi posición personal es que hay una diferencia tangible en la intención que acompaña un proceso de aprendizaje -no en los "tipos" de aprendizaje-. Desde mi perspectiva, la intención de comprender cómo funciona el mundo es muy distinta a simplemente enterarse de las últimas "buenas noticias del entretenimiento". Ambas accionas pueden generar o reforzar ciertas conexiones neuronales pero la primera, a mi juicio, sirve a un propósito más trascendental desde el punto de vista de la especie).

    Ahora, como sociedad tenemos una clara diferencia de acceso a la tecnología que, aunque se hace más pequeña en algunas áreas (como el acceso a computadores y conectividad) se vuelve a ensanchar en otras (como el acceso a interfaces táctiles o sistemas GPS, por ejemplo). Además, el acceso no significa que el uso exista, como todos sabemos. Y mucho menos el uso crítico, como la historia de la televisión debería habernos enseñado.

    Pero más allá de esto, pienso que hay una pregunta más profunda: ¿Nos interesa como sociedad acoger todos estos avances tecnológicos? Pareciera que el avance tecnológico no es más que un modo más de consumo, frente al cual no tenemos ninguna incidencia… El asunto es que discutir una pregunta como esa requiere de una visión de muy largo plazo (tanto hacia el pasado como hacia el futuro), que nos permita evidenciar los posibles problemas y escenarios, y tomar decisiones en consecuencia.

    Hay un detalle adicional que venía a mi mente al leer el documento, y es la posibilidad (bastante tangible) de que el futuro inmediato sea un tanto diferente, al menos para países como el nuestro, que la utopía tecnológica que FutureLab muestra. Si alguno ha leído Neuromancer, de William Gibson, probablemente sabrá a qué me refiero. Nuestros países pueden convertirse en un nuevo mercado negro dedicado a dar acceso a hardware (sea externo o como implantes) o software no autorizado. Y no me estoy refiriendo a vendedores de DVD copiados en las esquinas, sino a una mafia emergente tan escalofriante como la que Gibson muestra en su libro. Esa es una posibilidad entre muchas otras. Aunque también podría ser un mercado que sea cubierto por los países asiáticos, que tienen una industria de copia mucho más sofisticada que la nuestra.

  2. La verdad no puedo evitar preguntarme si nuestras visiones actuales sobre el papel de la educación están basadas en alguna presunción diferente a generar mano de obra "competitiva" para el sector productivo. Aprovechando mi ignorancia en el tema, ¿será que las competencias ciudadanas preparan a nuestros niños y jóvenes para luchar por aquello que es justo, o simplemente los ayudan a "encajar" y "funcionar" mejor en el sistema que tenemos? De nuevo, este es un problema que no es exclusivo de nuestro país. Más allá de la bonita retórica, ¿cuál es el fin real que perseguimos cuando vamos a clase? ¿Que nuestros estudiantes aprendan el contenido, o desarrollen las "habilidades" (competencias) que "requieren" para ser "competitivos" (es decir, conseguir trabajo)? ¿Hay algo más? En la mayoría de los casos, me temo que no.

    Y el problema llega mucho más allá. En un estudio revelado el pasado jueves, una organización llamada One Hope, con el apoyo del Ministerio de Educación, entrevistó a 3668 jóvenes colombianos con edades entre 13 y 18 años, provenientes de diversas áreas urbanas y rurales. Los resultados del estudio indican, según El Tiempo, que el 70% de los entrevistados piensan que infringir la ley está bien, y que el 24% había tenido pensamientos suicidas en los tres meses anteriores al estudio. Supongo que cabe sentirnos felices porque el 76% de los entrevistados no ha considerado suicidarse. Adicionalmente, el 57% afirmó haber copiado en algún examen, lo cual nos debería tranquilizar porque el 43% parece ser honesto en este sentido (aunque si hago trampa en un examen, por qué no mentir a un encuestador?).

    Lo que llama mi atención, más allá de la exactitud/veracidad del estudio, es que se está refiriendo a cosas que no tienen que ver con el contenido ni con las competencias. Tendrán estos jóvenes dominio de las áreas de estudio que abordan en el colegio? Tal vez sí. Serán individuos con conciencia no sólo ética sino que tendrán una actitud política manifiesta? Ojalá. Basta con pretender medir el logro en las competencias ciudadanas para afirmar esto de manera categórica? Lo dudo mucho.

    Entonces, cuál es el punto de nuestro sistema si estamos previendo que un 70% de aquellos que van a ser los ciudadanos del futuro no tienen inconveniente en infringir la ley? Es inevitable preguntarse cuál sería el porcentaje actual de respuesta entre los adultos que llevan las riendas de la administración pública a nivel nacional y local. Y lo que vemos en los medios no sugiere que sea una cifra tranquilizante.

    Será que nos estamos equivocando en los fines, y como no los discutimos abiertamente, no somos capaces de verlo? Me temo que sí.

  3. Para el caso de un país como Colombia, a primera vista no veo de qué forma nuestros educadores podrían moldear el curso de la tecnología. Y no tiene que ver necesariamente con capacidad de las personas, sino con las condiciones de producción tecnológica del país. Recuerdo cosas como las que presentaba Fernando Gamboa de la Universidad de Guadalajara, quien iniciaba sus presentaciones indicando que era necesario que la educación empezara a proponer soluciones tecnológicas, en lugar de simplemente adaptar las existentes. No obstante, mientras estas iniciativas no estén acompañadas por modelos de negocio tangibles no pasarán de ser, en el mejor de los casos, simpáticos proyectos de investigación que no pasan de ser un prototipo (como ocurre con muchos de los proyectos que financia Colciencias).

We need to understand what may be emerging, explore its implications for education, and understand how best we might harness these changes. Without this early engagement we risk, as always, being the Cinderella sector of the technology world – constantly receiving the hand-me-downs from the business, defence and leisure industries and then trying to repurpose them for educational goals.


Necesitamos entender lo que puede estar emergiendo, explorar sus implicaciones para la educación, y entender cómo podemos aprovechar estos cambios. Si no nos involucramos desde ahora nos arriesgamos, como siempre, a ser la Cenicienta del mundo de la tecnología - recibiendo constantemente los productos de las industrias de los negocios, defensa y entretenimiento, y tratando luego de adaptarlos para propósitos educativos.

Um, bastante claro. No obstante, me atrevería a decir que esta comprensión debe ir más allá de lo tecnológico. A medida que nuestra realidad se vuelve más compleja e interconectada, se vuulve más importante tener una perspectiva global que nos ayude a dar sentido a nuesto actuar local. Y esa perspectiva está compuesta por temas que van más allá del progreso tecnológico, y que tocan lo social, lo económico y lo político...

Luego de esta introducción, se presentan y discuten varios escenarios de uso futuro de la tecnología:

  1. Personal devices
  2. Ambientes inteligentes
  3. Infraestructura computacional
  4. Seguridad
  5. Interfaces

Pero eso será material para otros posts. Por lo pronto, es claro para mi que es muy importante empezar a desarrollar una mirada de MUY largo plazo, que vaya más allá de un período gubernamental, e incluso más allá de nuestra propia esperanza de vida. Pero, ¿cómo desarrollar tal sentido de perspectiva? Esa es tal vez la duda más importante que me queda en este momento.