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Una mirada a ELRN, edición 2010

El jueves pasado realizamos la última sesión del curso de e-Learning de este semestre, el cual al final terminó durando 10 semanas (incluyendo la Semana Santa).  Fueron semanas de trabajo intenso y, diría yo, de un cambio importante en los participantes, a juzgar por sus intervenciones y escritos.  Como de costumbre, queda en el aire la duda de cuántos de ellos seguirán escribiendo en sus blogs, pero por lo pronto este es un buen momento para hacer una recopilación de algunas de las cosas que ocurrieron en el curso, de algunas tensiones interesantes que veo abiertas, y de los trabajos finales de los participantes.

La sesión final, que está disponible para descarga en formato MP3 y como grabación de Elluminate (junto con el resto de las grabaciones de las sesiones del curso), tuvo dos grandes partes:  Una presentación corta de parte de los participantes de sus productos, y un balance de mi parte sobre lo que fue la experiencia.  La presentación que utilicé, en la cual incluí después el detalle de la evolución de entradas de blogs y del grafo de comentarios, se encuentra disponible en Slideshare:

Los blogs y presentaciones finales de los participantes pueden dar una mejor idea del proceso que cada uno vivió (Aunque evidentemente hay personas que realizaron trabajos mucho mejores que los de otros, sigo sintiendo que algo de imparcialidad de mi parte aún es importante, como un medio de respetar el proceso individual.  Me pregunto si el señalamiento de las prácticas "emulables" debería realizarse sólo en las primeras semanas, cuando hay posiblidad todavía de emularlas, y si el efecto de señalar al "buen" estudiante es en realidad contraproducente):

Algunos de los participantes en modalidad abierta, que acompañaron el proceso, también dejaron un rastro de su contribución en sus blogs personales.  Jean Michel Chaupart y Daniel Jimenez se convirtieron en piezas fundamentales del curso (como es evidente en los grafos de conversación), ayudando a movilizar la discusión y contribuyendo con una mirada crítica sumamente valiosa a lo largo de todo el proceso.  Por su lado, personas como Pablo Castell y Gustavo Díaz (quienes tenían un blog colectivo), Ximena Castaño, Estela Ripa y Edgar Altamirano nos acompañaron ocasionalmente (lo cual es perfectamente válido en un curso abierto), y aportaron a la discusión en momentos puntuales.  A todos ellos gracias por haber hecho posible este experimento.

Cada participante tenía una página personal en el wiki del curso, y al principio hubo una orientación (bastante vaga) de lo que podría hacerse con ella.  En este aspecto es muy importante destacar lo que hicieron Sharoon Cáceres y Guillermo Reyes con sus páginas personales, las cuales se convirtieron no sólo en una herramienta de organización sino de seguimiento, que permite acceder de manera rápida al trabajo que desarrollaron a lo largo del curso.  Esta es una buena práctica, que vale la pena emular.  Una alternativa frente a esto es lo que hizo en su momento María Eugenia Morales durante las primeras semanas del curso GRYC, usando un mapa mental como organizador de su participación en el curso.

Posiblemente lo primero que uno piensa es que, si esa es una práctica útil, podría volverse "obligatoria" para todos los participantes.  Al menos desde mi perspectiva, si bien veo que ayuda, también veo que refleja las habilidades de organización de las personas, y en esa medida debería ser adoptada en función de las necesidades (y posibilidades) de cada cual.  ¿Vale la pena destacar y emular esta práctica?  Sin duda.  ¿Es necesario 'imponerla' a todo un curso? Pienso que no.

Algunos asuntos que, desde mi perspectiva, quedan abiertas luego de haber vivido ELRN:

El papel de lo estético vs. Lo funcional:  Se destaca una y otra vez el diseño limpio de Google, y al mismo tiempo se percibe en el entorno una idea curiosa:  Si un curso no tiene una 'propuesta gráfica atractiva', no funciona.  Me atrevería a decir que ELRN es distinto en ese sentido.  Yo no diría que haya una propuesta gráfica atractiva (y me pregunto si la hay, si a eso vamos), pero en términos funcionales las actividades descritas en el wiki funcionaron bastante bien.  De hecho algún participante mencionó que la claridad en la descripción de actividades había sido un factor muy positivo de la experiencia.  En esa medida, me preocupé más por lo funcional (diría yo) que por lo estético.

Esto no quiere decir que estos dos elementos sean opuestos irreconciliables.  En absoluto.  Lo que diría es que la experiencia cuestiona, de algún modo, algunos imaginarios que yo reconozco como presentes a lo largo de mi trayectoria profesional.  Ahora bien, es necesario recordar que tanto ELRN como GRYC están enmarcados en un proceso y contexto específico, que son cursos de corte más bien conceptual, y que los esquemas que utilizan pueden no funcionar bien con otras poblaciones y situaciones.

 

El uso de medios no textuales en el proceso:  Sería redundante mencionar aquí la importancia de desarrollar las frecuentemente mencionada "competencias comunicativas" en medios distintos al texto escrito.  No obstante, al menos en lo personal encontré algo curioso en esta edición del curso.  En los primeros días, Guillermo elaboró un video corto (7 minutos) para comentar sus expectativas y preguntas.  Lo interesante es que, en el momento de ver el video, lo primero que hice fue ver su duración y de manera automática pensar en que en ese tiempo alcanzaría a leer varios posts de otras personas.  En esa medida, el uso del medio del video (o podría ser del audio, igualmente) para expresar ideas me obliga a ir a una velocidad 'más lenta', pues con el video/audio no puedo hacer lo que hago con el texto:  Encontrar la idea general de lo que se quiere expresar bastante rápido y cubrir más información en la misma cantidad de tiempo.  En la medida en que el tiempo se hace más escaso, el uso de otros medios (al menos en espacios formales) tendrá que ser aprovechado para decir mucho más de lo que se puede ilustrar en un texto.    Esto aplica también para las grabaciones de las sesiones sincrónicas, por ejemplo.

 

Los textos largos en pantalla:  Este es otro aspecto que me a dejando dudas poco a poco.  Tal vez suene un poco intransigente, pero me temo que estoy de acuerdo con Postman frente a la importancia de distinguir cuáles tipos de discursp funcionan para cuáles propósitos.  El punto es que un proceso de argumentación serio probablemente no va a poder desarrollarse en 140 caracteres, y mi impresión en diversos momentos es que para algunas personas se vuelve fundamental "ser conciso", a costa de lo que sea.    Esta tensión la percibo en algunos participantes (Leonardo, por ejemplo, en varias ocasiones se disculpó por la extensión de las entradas de su blog), y llama mi atención porque estamos transfiriendo (de manera equívoca, tal vez) algunas recomendaciones sobre usabilidad, que aplican para ciertas áreas, a otros procesos que requieren de elaboraciones más detalladas.

Sin duda, uno puede decir que la experiencia de leer en pantalla es diferente a la de leer en papel, algo sobre lo cual hay suficiente información ya.  Pero la solución no puede ser (digo yo) pretender que algunos procesos de aprendizaje pueden hacerse más "concisos" y que hay un "número límite" de palabras que deberíamos cuidar.  Al menos en este momento, pienso que la decisión respecto al lugar en el cual se lee y el problema de la extensión de los textos no es del autor, sino del lector.  Por supuesto, esto no sigfinica que no hay que buscar formas más efectivas de expresar lo que se quiere decir, sólo que es extraño empezar a autoimponerse límites que responden a problemáticas que no necesariamente tienen que ver con el aprendizaje.

 

Imaginarios sobre la población joven:  Aunque la mayoría de los participantes reconocen que los jóvenes, al menos en nuestro contexto local, no exhiben en realidad todas esas características sugeridas por expresiones como "Nativos digitales", estas siguen siendo usadas para referirse al grueso de la población de cierta edad.  Hay allí, me temo, un largo (y tal vez interminable) trabajo de generar distancia crítica frente a este tipo de expresiones, que generan de manera automática categorías arbitrarias que ocultan la diversidad y complejidad de nuestro entorno.   Sin duda el entorno seguirá cambiando, y por eso es igualmente importante reconocer esos cambios y la forma como impactan las formas de referirnos a la realidad.  Pero por lo pronto, es crítico (al menos para mi) recordarnos una y otra vez que no podemos pretender que la realidad es como queremos que sea.  Tenemos que reconocerla con toda su complejidad, y cuidándonos de no transferir de manera automática lo que es cierto en otros lugares a nuestro contexto.

 

Un proceso formativo adecuado en el uso de TIC para docentes: Pablo Castell usaba esta expresión para cerrar una de las entradas de su blog.   Y de inmediato hace que me pregunte qué significa "adecuado", pues sin duda todos estaríamos de acuerdo en la necesidad, pero cuando hacemos visible la puesta en marcha de tal proceso el número de opciones es muy alto, y responde a convencimientos muy particulares sobre la realidad, el conocimiento y el aprendizaje.  Tal vez, como sugería Antonio en EDIN, tendría más sentido hablar de un proceso formativo satisfactorio, pero eso tampoco resuelve el problema.

Si yo tuviera que responder a la pregunta (y lo estoy haciendo en parte del trabajo que estoy haciendo con EAFIT), diría que tal proceso debe tener un alto componente de autonomía (real, no discursiva) y control de parte del aprendiz, estaría más orientado a la práctica (ejemplificar, modelar) que al discurso (el cual tiene un papel importante en la reflexión), y partiría de asuntos tanto pragmáticos como globales (cada vez me siento más convencido de lo ingenuo que resulta hablarle a un docente acerca de las 'exigencias' de la sociedad del conocimiento (expresión que además me resulta cada vez más odiosa) cuando su problemática cotidiana apunta a unas preocupaciones bien diferentes.   Es necesario trabajar con las dos cosas, si pretendemos que haya algún tipo de relevancia en los procesos de formación.

 

El problema del tiempo en el diseño: ¿Será que es posible estimar de manera “adecuada” los tiempos necesarios para un curso? Estoy empezando a percibir que este es otro imaginario de base del diseño instruccional poco cuestionado, y que de nuevo sirve para ocultar la complejidad y diversidad de los procesos de aprendizaje.  El ejemplo típico que estoy empezando a usar es el relacionado con la lectura.  Si yo tengo un documento de 10 hojas, ¿puedo suponer que su lectura le toma 30 minutos a todos los participantes?   Aquí aparece otra palabra (que tiene una carga ideológica que también suele pasar desaparcibida) interesante: 'debería'.  ¿Cuánto tiempo 'debería' tardarse alguien leyendo tal documento un estudiante? ¿Depende de su habilidad de lectura? ¿De su comprensión del tema? ¿De la complejidad del documento?

Lo curioso es que los participantes formales de ELRN llegan con esa inquietud, y la señalan con frecuencia.  Supongo que es parte de lo aprendido en algún otro curso, pero lo que me parece peligroso es que el mensaje que se transmita no haga evidente la dificultad de estimar estos tiempos en el diseño.  De fondo, esto hace referencia al supuesto sobre el que está basado nuestro sistema:  Que todos los estudiantes deben (otra vez la palabra) aprender lo mismo (el currículo) en el mismo tiempo.

El tiempo en la planeación de actividades tiene un impacto directo, también, en el alcance de los cursos.   Y no puedo evitar preguntarme si detrás de todo esto hay una lógica de “eficiencia”.  "Tal actividad debería tomar tanto tiempo para un estudiante típico".  ¿Debería, otra vez? ¿Existe tal cosa como un estudiante típico? ¿Es posible aplicar esa lógica en el aprendizaje? ¿Tiene sentido hacerlo?

 

Los estilos de aprendizaje:  Otra recomendación recurrente (otro debería) que me he encontrado recientemente en diversos documentos, indica que el profesor debe tener en cuenta los estilos de aprendizaje de cada uno de sus estudiantes.  Aunque esto suena muy razonable, y hasta noble, no puedo evitar preguntarme si en reliadad es posible para un profesor conocer/tener en cuenta los estilos de aprendizaje e intereses de todos los estudiantes de un curso.  ¿Será un “querer ser” que en realidad es inalcanzable?

Mi impresión frente a este tema de los estilos de aprendizaje es que, al menos en contextos de educación superior, funciona bastante bien como base para sistemas de información que diagnostiquen y gestionen la selección y entrega de información según el estilo de aprendizaje de cada usuario (si bien en general estos sistemas siguen siendo todavía apenas proyectos demostrativos).  Lo que me resulta algo inquietante es que, en ausencia de tales sistemas, se suponga que esto es una responsabilidad adicional del docente.   Desde mi perspectiva, es en realidad un asunto de cada aprendiz el identificar cuál es la forma en la que aprende mejor, y buscar de manera activa experiencias complementarias al proceso formal, que estén más en sintonía con sus condiciones particulares.

 

Estas son sólo algunas de las cuestiones que han venido a mi mente en las últimas semanas, en relación con lo que ocurrió en ELRN.  Me quedan varias en cola, pero el tiempo apremia y tengo que pasar a otras cosas.  Así que trataré de encontrar otro espacio para terminar de dejar el registro de algunas de mis impresiones luego del curso, y para hablar de los cambios (importantes) que hubo en la tecnología de base, que facilitan su reutilización por parte de cualquier persona.

Por lo pronto, no puedo dejar de reconocer el esfuerzo de los participantes en el curso, y agradecer su compromiso para hacer de esta una experiencia de aprendizaje para todos.  ¿Qué sigue después de esto?  Es parte de lo que estoy imaginando...

La segunda parte de esta reflexión incluye una visualización de la evolución de la conversación que ocurrió en los blogs de los participantes y la exploración de algunos temas adicionales que no fueron abordados aquí.

Technorati:

Inicia ELRN, edición 2010

El 12 de Marzo de 2010 (es decir, mañana) daremos inicio a la segunda edición del curso abierto e-Learning (ELRN), ofrecido como parte del programa de Maestría en Informática Educativa de la Universidad de la Sabana (Colombia).

Los resultados obtenidos a lo largo de la primera edición de ELRN, y lo que ha ocurrido hasta el momento con GRYC, me hacen pensar que esta será una fabulosa experiencia de aprendizaje para todos.  Al tener mucha de la infraestructura cada vez más "afinada" (tengo pendiente hablar de los últimos cambios que he realizado), se abre la posiblidad de empezar a experimentar con otro tipo de cosas, lo cual siempre me resulta fascinante.

ELRN es un curso que busca explorar un conjunto de conceptos y tendencias relacionados con el área del aprendizaje apoyado con tecnologías de información y comunicación (TIC).  A partir de esa exploración, los participantes desarrollan una postura crítica sobre los aspectos de mayor interés para su realidad inmediata, para contar con un punto de partida sólido que permita valorar el impacto real de la tecnología computacional (y de otras tecnologías emergentes) en el sistema educativo formal.

Esta edición del curso irá desde el viernes 12 de Marzo hasta el 10 de Mayo de 2010 (hay una semana adicional debido a la Semana Santa, que cae en la primera semana de Abril), y se ofrece como un curso en línea que tiene tanto modalidad formal como modalidad abierta.  Esta última hace posible que cualquier persona interesada pueda hacer parte de las actividades propuestas, pero sin recibir a cambio certificación ni retroalimentación formal.

Así que si usted está interesado en hacer parte de esta edición de ELRN, o quiere saber más al respecto, lo invito a visitar el wiki creado para el curso (http://elrn09.pbworks.com), en donde encontrará información detallada sobre las condiciones, características y temas del curso.  Si se anima a acompañarnos en estas semanas, no dude en inscribirse.

Technorati:

Lo que aprendí en 2009: productos

Después de unos relajados días de descanso, que sirvieron para recargar baterías, estoy de regreso para hacer una reflexión que tengo pendiente, acerca de lo que aprendí durante el 2009. Como antesala a esa reflexión, decidí compilar en un solo sitio los diversos productos que generé a lo largo del año, teniendo en cuenta que tales productos son evidencia de mi proceso de aprendizaje.

Algo que no había notado antes, es que este año marcó un aumento notable en la cantidad de videos producidos, así como en la diversidad de propósitos que perseguían. Mi frustración con las herramientas de sincronización de audio de Slideshare me llevaron a acudir a la edición de video para comunicar el mensaje que quería comunicar de la manera que quería hacerlo, cuando el tiempo lo permitió.

No obstante, es claro para mi que estoy haciendo un uso bastante incipiente del medio. Sigo pensando en cómo superar esas limitaciones, pues de cualquier modo la edición de video es un proceso que toma bastante tiempo. En general, cuando no tengo scripts termino editando muletillas y pausas para lograr un audio más fluido, lo cual toma tiempo. También toma tiempo montar todo en Vegas y sincronizar video con audio, para el caso de presentaciones. Ni se diga cuando hay segmentos de video en vivo, que todavía son un gran reto para mi, pues aún no me siento cómodo hablando frente a la cámara...

A priori, debo decir que me sorprendió la cantidad de cosas que terminé haciendo en este año. Creo que fue una buena idea ponerlas en un mismo sitio, a modo de referencia rápida para el futuro. Por cierto, en este post estoy entendiendo productos como presentaciones, documentos u otro tipo de material "terminado".

Después de pensarlo bastante, decidí organizar esto según tipo de producto y momento en el año. Esto va a resultar un tanto largo, asi que si es de su interés, basta con hacer click para seguir leyendo. Entonces, empecemos.

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Un comentario sobre "Moviéndome hacia e-learning"

Esta es una 'respuesta' (a falta de una mejor palabra) a un post de Constanza Parra, que resonó bastante entre los participantes de ELRN09 la semana anterior. Como dato curioso, es tal vez el primer post construido a partir de comentarios sobre el post original hechos usando Diigo. Eso quiere decir que si usted tiene instalado Diigo en su navegador y va al post, podrá ver los comentarios puntuales en el sitio exacto en el que fueron hechos.

¿En qué medida está el tutor realmente consciente del tiempo que requiere los integrantes del curso para cumplir las actividades que estima llevarán a sus estudiantes a lograr los objetivos que inicialmente se planteo para el curso?


¿Es posible hacer esto en realidad? Cuando se piensa en la diversidad de habilidades y prerrequisitos previos existentes en un grupo de estudiantes (es decir, cuando se piensa en su heterogeneidad natural), parece una tarea bien complicada estimar el tiempo que toma hacer una actividad dada... Incluso con un video de duración fija, es imposible suponer que una persona no necesitará ver un segmento varias veces para comprenderlo, mientras que para otra puede ser más sencillo...

¿Nos estamos tomando la molestia de realmente leer ese artículo, ver ese video, y sumar los tiempos que les tomará a los integrantes del curso realizar las diferentes actividades propuestas?

Incluso si el tutor hace todas las actividades y suma los tiempos, yo diría que no es posible suponer que hay una duración ideal para una actividad dada. Ahora, es importante distinguir entre diversos tipos de actividades. Yo veo una gran dificultad cuando se habla de lectura crítica y análisis, por ejemplo. Puede haber actividades más operativas, cuyos tiempos puedan ser estimados de manera más precisa..

es muy curioso que los estudiantes sientan el curso más pesado que un curso regular

Me pregunto si esto tendrá que ver con un aspecto bien particular de estas tecnologías, y es que hacen más visible el proceso, en lugar del producto. Como dices antes, en un entorno presencial rara vez los estudiantes muestran evidencia de lo que hacen durante la semana, y con eso es imposible saber quiénes dejan las cosas para última hora y quiénes no. La actividad en línea hace más difícil ocultar esto, así que me pregunto si no es un factor que "aumenta la carga". Ahora pienso que también es importante tener en cuenta de quién proviene la queja, pues algunas quejas pueden tener una justificación más razonable que otras...

El leer en computador, para mí, no es fácil y resulta ser una tarea extenuante

Este es, sin duda, un factor que es muy difícil tomar en cuenta en un curso en línea, y que depende mucho de las condiciones particulares de cada participante. Vuelve la pregunta de cómo ofrecer una experiencia personalizada dentro de un esquema de curso colectivo. ¿Hasta qué punto será posible? ¿Hasta qué punto se logró con ELRN09?

Ante este maremágnum de información lo único que se puede hacer es tratar de ser selectiva y tratar de vislumbrar lo que más o menos se acerca a mis intereses

Precisamente de esto se trata, desde mi punto de vista. Más aún cuando la mayor parte de nuestra vida no contamos con un "experto" que nos diga qué es lo que "debe" ser leído... Ahora, alguien preguntaba cómo se puede ser selectivo cuando no se es experto en un tema. Una duda válida, y que se vuelve cada vez más relevante en un entorno con una cantidad de información cada vez mayor...

Por una parte hasta hace muy poco se comenzó a fomentar el escribir; por lo tanto, no me siento preparada para escribir y mucho menos para dar a conocer y someter mis pensamientos al escarnio público

Vaya, dos cosas muy interesantes aquí: Primero, ¿qué significa que hasta hace muy poco se comenzó a fomentar el escribir? ¿No se supone que esa es una habilidad que se desarrolla durante nuestro laaargo paso por el sistema educativo? (Puede verse como una pregunta retórica).

Segundo, puede ser interesante observar de dónde proviene esa sensación de que lo que se hace público necesariamente va a ser víctima del "escarnio". ¿De dónde viene esa percepción? ¿Hace parte de las cosas curiosas que aprendimos sin darnos cuenta como estudiantes?

Sea como sea, el tratar de demostrar el grado de apropiación del material sugerido de forma estructura y comprensible es difícil. Para mí, debería existir una lectura previa de un agente externo de los documentos producidos antes de darse a conocer, por lo menos para valorar la coherencia y cohesión del texto. ¿No sería adecuado implementar la metodología de par académico para estos cortos, pero sustanciosos, artículos?

Aquí aparece un problema igualmente interesante: Poner las ideas en público es someterlas, potencialmente, a la revisión de muchos más pares académicos que bajo un esquema cerrado (esto es, de hecho, parte de un argumento más amplio acerca de las publicaciones académicas, pero esa es otra historia). Siguiendo esa lógica, ¿sería necesaria una lectura previa? ¿qué valor agrega, edición?

¿Qué tan informada estoy frente a lo que mis compañeros están publicando? ¿Qué tan inteligente sonará mi comentario frente a lo que él/la ya leyó y se informó para escribir dicho comentario?


Hmm... Percibo dos cosas aquí: Una, estás suponiendo que aquel a quien estás leyendo es no sólo más informado sino potencialmente más inteligente que tu. :) Segundo, estás suponiendo que habrá un juicio de valor directo sobre cualquier cosa que digas. ¿Serán ciertas estas dos cosas?

¿qué tanto realmente estoy aprendiendo? O ¿Será que solamente estoy acumulando información exponencialmente, como lo plantea Brey en la Sociedad de la Ignorancia?

Me temo que aquí hay un problema importante, definitivamente, y es que ocho semanas pueden ser poco tiempo para dar cuenta de un cambio lo bastante fuerte como para ser observado... No obstante, estoy convencido de que, muy en el fondo, uno sabe si está aprendiendo o no, así sean apenas ocho semanas. Ahora, en la medida en que el ejercicio nunca ha sido repetir lo que tal o cual autor dice, yo diría que ni siquiera hay un problema de acumulación de información. Me gusta pensar que cualquier cosa que hayan "consumido", ha sido medianamente "procesada" antes de ser "acumulada"... Pero puedo estar equivocado... :D

El ritmo propio de la vida diaria, lamentablemente, atropella y es nocivo para este tipo de formación en donde no hay realmente quién lo fuerce a seguir adelante, a leer más, a participar más.

A riesgo de parecer un poco cínico, diría desde mi experiencia personal que hay momentos en los cuales es posible hacer las cosas y momentos en los que no, así como hay momentos para aprender ciertas cosas y momentos en los que no. Mi impresión personal es que lo que está detrás de esto, en realidad, es el nivel de tolerancia a lo que percibimos como "fracaso".

Quiero decir, si no hago las actividades, no aprendo (esa es mi mirada optimista). Tal vez algo más realista es de este tipo: Si no hago las actividades, pierdo el curso. Si pierdo el curso, eso afecta mi maestría. Si mi maestría se afecta, esto tiene implicaciones frente a mi autoestima, mi familia y de pronto mi trabajo... ¡Caramba! Es demasiada carga, ¿no?

Tal vez por eso es que en lo personal no me siento tan cómodo en el sistema formal, pues existen un montón de estructuras que tienen como finalidad hacerlo "eficiente", pero que al final van en detrimento del aprendizaje de quienes participan en él...

Es un asunto complicado, que lamentablemente no parece tener una buena respuesta. Por eso me gusta la idea de tener la capacidad de aprender por cuenta propia cuando sea necesario. Eso destruye un montón de las barreras que hemos terminado por poner en nuestro aprendizaje...

Ahora, hay algo en tus palabras que llama poderosamente mi atención: ¿será labor de un tutor el forzar a otro a seguir adelante? ¿de qué herramientas se dispone para lograr que un estudiante "participe más"? Lo interesante es que esto aplica perfectamente para escenarios presenciales, pero por alguna razón no hablamos mucho de ello. O lo hacemos, cuando hablamos de "motivación", y de las técnicas para "motivar" a nuestros estudiantes.. Pienso que las particularidades del entorno empiezan a hacer visibles tensiones que siempre han estado presentes, pero un tanto ocultas.

Excelente post, lleno de cuestionamientos y de preguntas por resolver.