Varias cosas me han puesto a pensar un montón en los últimos días:
- Un post de Constanza Parra.
- La sesión sincrónica de ELRN09 de la semana 7.
- La sesión sincrónica de GRYC09, del pasado martes (corresponde al final de la semana 3)
- Un post de Ailsa (via CCK09). Diría que este último resonó de tal manera que me llevó a tratar de poner varias cosas en "blanco y negro".
He estado viviendo la experiencia de facilitar un par de cursos en las últimas semanas (ELRN09 y GRYC09). Ha sido una experiencia muy interesante, pues en realidad son los primeros cursos que ofrezco en mucho tiempo (mi última actuación 'oficial' como profesor fue en 2005, cuando llegué al MEN y aún no tenía un blog), y además tienen como fuerte antecedente la experiencia de los EduCamp, que de alguna manera me han llevado a pensar de una manera distinta acerca de muchos temas. Los EduCamp, de algún modo, me han enseñado la importancia de asumir riesgos cuando de aprendizaje se trata.
Por eso, al pensar en cómo hacer estos cursos, decidí pensar en cosas que favorecieran el desarrollo de la autonomía y de la reflexión personal. Tal vez por eso decidí omitir en principio la existencia de foros de discusión centralizados, pues tengo la impresión que, con alguna frecuencia, han terminado por convertirse en espacios que reflejan muchas de las dinámicas (nocivas, a mi juicio) del salón de clase.
¿A qué me refiero? En un foro de discusión es posible "ocultarse" detrás de la opinión de otros. Es posible monopolizar el diálogo. Aunque existen mecanismos (curiosamente, desde la evaluación, en mi experiencia con cursos basados en foros) para fomentar un diálogo pragmático (aquel que no es social ni argumentativo), mi impresión es que sigue siendo muy factible "sentarse en la parte de atrás del salón", y no decir nada de nada.
Por otro lado, desde mi experiencia con cursos virtuales basados en foros, al final del proceso es difícil ver si los procesos de reflexión que se ponen en marcha tienen algún tipo de continuidad en los participantes. De hecho, aquí viene a mi mente una pregunta que usaba Frances Bell en su presentación de ayer en CCK09 (no la he visto aún): ¿Qué permanece cuando el profesor desaparece?
El sentido de esta pregunta tiene que ver con algo que hace parte de nuestro discurso con mucha frecuencia: Que más allá del contenido, lo importante son las herramientas para aprender a aprender, que es necesario "formar personas autónomas", etc. ¿Hasta qué punto logramos tal cosa cuando lo que usamos son espacios que siguen replicando los entornos simulados que usualmente caracterizan nuestras aulas?
Lo anterior no quiere decir que los foros "no sirvan". Simplemente, que sirven a propósitos bien específicos. En mi experiencia, un foro puede ser un excelente lugar para desarrollar una reflexión colectiva, y para construir comprensiones (y conocimiento) a partir de posiciones bien sustentadas. Sin embargo, puedo ver ahora que, en mi experiencia, la continuidad de estos procesos reflexivos que se pueden llevar a cabo en los foros no es evidente. Pero, para ser justos, tal continuidad nunca ha sido una inquietud para la mayor parte de nuestros escenarios educativos.
Ahora, ¿qué ocurre cuando pienso en usar blogs? (Y esta es una reflexión posterior a la decisión inicial que tomé, por cierto) Cuando se trata de un blog personal, cada participante se ve enfrentado a la necesidad de escribir sus propias ideas, con su propio estilo. Uno podría decir que lo mismo es posible en un foro, pero mi impresión es que con el blog ocurre algo interesante: En la medida en que es un espacio personal, los "líderes de opinión" no son visibles inicialmente, y esto parece un problema para muchos de nosotros. Me refiero a que no hay nadie con quien uno pueda estar "de acuerdo" en principio.
Y me pregunto si esto es lo que está detrás del profundo temor que observo en muchas personas frente a la escritura pública. Me pregunto si estamos tan acostumbrados a estar de acuerdo con las opiniones de otros, que empezamos a percibir como un riesgo el tener opiniones propias.
Mi impresión es que el sistema educativo no ayuda mucho con esto, obviamente. Al menos en mi experiencia como estudiante, siempre fuimos entrenados para dar una respuesta correcta a las preguntas que nos hacían. No contar con la respuesta correcta en el momento en el que era requerida, era un claro motivo de malestar, no sólo con el profesor (quien hacía evidente cuán poco habíamos 'estudiado') sino con nuestros compañeros (quienes podían expresar desde burla hasta felicidad por no haber sido puestos en evidencia).
Y eso, en este enredo, me lleva a esa fuerte sensación/malestar relacionada con el poder y la coerción en nuestros entornos educativos. Ahora, me niego a hablar de "el poder y la coerción en la virtualidad", porque si bien pueden expresarse en formas bien particulares, me temo que limitarlos a los entornos en línea es desconocer que han operado (operan?) de manera descontrolada en nuestros espacios presenciales.
Inicialmente, mi percepción del poder estaba más relacionada con el asunto de la evaluación y la calificación, responsabilidades que usualmente están en manos del profesor. Es mediante la "nota" que logramos que muchos de nuestros estudiantes hagan lo que queremos que hagan, lo cual es bien triste en términos del valor intrínseco del aprendizaje. Entonces, el poder se ejerce en la medida en que ponemos obstáculos por superar, y evaluamos y calificamos el desempeño de quienes tienen que superarlos.
Pero poco a poco he podido ver otras formas de poder más sutiles, casi invisibles, en las que no había pensado antes. Por ejemplo, ¿por qué usar una tecnología y no otra? ¿Por qué blogs y no foros? Si el objetivo es aprender, ¿por qué debería usar la tecnología que el profesor/facilitador escoge?
Esto aplica claramente en ELRN09 y GRYC09. En principio, lo que he intentado hacer en los dos cursos es generar una alta flexibilidad (me cuesta trabajo usar la palabra 'libertad') en la selección/consulta de recursos, y en la exploración personal. Pero esto se hace mediante el uso de una tecnología específica. Para mi caso, los blogs.
Antes de continuar, creo que es justo decir que esta reflexión es más difícil de lo que yo esperaba, pues estoy hablando de cosas que involucran a 'mis estudiantes' mientras estamos todavía en el curso. Encuentro una profunda dificultad en asumir el rol de aprendiz que reflexiona sobre el proceso desde otra perspectiva, pero no logro ver muy bien a qué se debe. ¿Por qué no logro salirme del rol de profesor del todo? Reflexionar, para mi, significa empezar a hacer evidente aquellas cosas que no se. ¿Será que dejar en evidencia las dudas que tengo sobre el curso es poneren riesgo mi rol de 'profesor'? ¿Será un deseo de no 'señalar' en público a nadie? Lo que empiezo a percibir es que mantener la neutralidad puede no ser tan fácil, y el asunto es que eso nos lleva de regreso al problema del poder y la coerción. ¿Será que este tipo de 'apertura' es más nociva que benéfica? ¿Cuáles son los riesgos que conlleva el decir en público "tengo dudas sobre tal aspecto de mi curso"? ¿Hasta qué punto el contexto posibilita/impide esto?
A este momento, es posible ver diferencias claras entre los dos cursos. En ELRN09 no hubo en realidad una discusión acerca de la herramienta. No obstante, las dificultades y retos asociados al uso de "la forma más fácil de publicar contenido en la red" (como algunos llaman o llamaron en su momento a los blogs), han aparecido una y otra vez a lo largo del curso. Pero ha sido un proceso de descubrimiento para la mayoría, aunque probablemente habrá casos en los cuales la resistencia obstaculizó el proceso, que no son visibles para mi.
En GRYC09 el proceso ha sido bien diferente. La resistencia a escribir es mucho mayor. Ahora, obviamente, no es suficiente decir que "la resistencia es mayor", sino que vale la pena preguntarse por qué. Algunos factores que vienen a mi mente, que pueden o no tener sentido:
- En ELRN09, la distancia profesor-estudiante era mayor, así que el uso de la herramienta no fue cuestionado, a pesar de las dificultades que hubiese generado (Un entorno del estilo "hay que hacer lo que le digo").
- Hay un apego mayor en GRYC09 a ciertas herramientas (varios pidieron foros de discusión), que permiten un centralización mayor de la información.
- Hay más confianza en los participantes de ELRN09 sobre su capacidad de escritura/expresión (lo cual es curioso pues el promedio de edad parece mayor en ELRN09 que en GRYC09).
- Y muchos otros que no consigo ver.
Así que aquí se ha generado una especie de negociación sobre el uso de las herramientas. Curiosamente, en la sesión de GRYC09 aparecieron algunas ideas que me hicieron pensar bastante. Por un lado, la percepción del blog como un espacio "formal", y la percepción del foro como un espacio más "informal". Ante la pregunta ¿por qué es el blog un espacio formal?, una respuesta fue "porque en él estamos escribiendo para el profesor".
Este fue, para mi, uno de esos momentos en el que las ideas subyacentes (sobre las que poco hablamos) asomaron la cabeza, así que intenté explorar un poco más el asunto. Cuando leo las descripciones de actividades y cuando recuerdo las cosas que he dicho en sesiones sincrónicas veo, al menos desde mi perspectiva, un intento claro por entregarle autonomía a cada persona, por abrir el espacio para una exploración y un aprendizaje muy personal.
Pero si el blog se percibe como el espacio en el que "escribo para el profesor", eso quiere decir que el mensaje no se ha comprendido en absoluto, o que lo que está en juego es la forma en la cual nos reconocemos a nosotros mismos en un proceso educativo, y sobre la cual rara vez hablamos.
Para mi caso personal, el objetivo principal de mi blog no es escribir para otros, sino poner en claro mis ideas. No hay un "profesor" que lea, o unos "expertos" que evalúen. Son mis ideas y dudas, y si alguien las encuentra valiosas, perfecto, pero eso va más allá de mi propósito inicial. En la medida en que escribo para mi, los comentarios/visitas no deberían ser tan importantes (aunque es justo decir que en ocasiones he sido víctima de la molestia por la ausencia de comentarios, sin duda).
El asunto es que yo inicié mi blog como un experimento personal, por fuera de un proceso educativo, y eso hace que la "impronta" de uso sea diferente a la de muchos de los participantes en mis cursos. En algunos casos, este ha sido su primer encuentro con un blog. En otros, me temo que el primer encuentro pudo ser "cómo puede ser que no tengas un blog", desde una perspectiva más de la 'moda'. Así que parte de lo que entra en juego son esas ideas iniciales sobre qué es un blog y para qué sirve.
Por eso puede ser comprensible aquello de que en el blog "escribimos para el profesor". Porque se percibe como un capricho de quien tiene el poder, y no como una herramienta para la reflexión personal (que es como yo lo veo). En todo caso, lo interesante es que en ningún momento se ha dicho de manera explícita que el tono de la escritura del blog debe ser uno u otro, o que sólo se admiten escritos de tantas palabras. De hecho, es bien curioso que nadie se haya arriesgado (hasta el momento) a hacer un video blog con sus reflexiones, ¡Aunque sea completamente válido! Así, ¿será que la sensación de 'formalidad' es inherente a la herramienta, o tiene que ver con nuestras propias percepciones sobre lo que es "tomar un curso"?
Así que allí surge otra pregunta: ¿Por qué el uso de los blogs en estos cursos correspondió a un medio de expresión escrita, básicamente? ¿Hasta qué punto mis propias prácticas (yo no soy un usuario fuerte del video) terminan por afectar las prácticas de los otros? De fondo, ¿por qué resulta tan complicado encontrar un estilo propio?
Así que aquí hay un montón de cosas acerca del poder, que al final me hacen preguntarme hasta qué punto somos 'libres' en un sistema educativo formal. ¿Será que el ejercicio de nuestro libre albedrío se reduce a elegir las materias que tomamos? ¿Hasta qué punto es evidente la profunda confianza (a menudo sin fundamento) que pone un estudiante en las cosas que su profesor le propone? ¿Hasta qué punto somos conscientes de esta tensión, en nuestro rol de diseñadores/profesores? ¿Hasta qué puntos somos conscientes de ellas cuando actuamos como estudiantes?
Pero el asunto del poder no termina aquí. En GRYC09 ha asomado la cabeza, a modo de comentario gracioso, el problema de la presión grupal. En lo personal, me atrevo a decir que la presión grupal fue (y en ocasiones sigue siendo) un factor crítico para mantener un bajo perfil en cualquier escenario. Lo que me resulta inesperado es que aparezca también en un entorno en línea.
De nuevo, es fácil decir "es la presión grupal", y vale la pena ir más allá y preguntarse qué es lo que hay detrás. En mi experiencia como estudiante, siempre fue una razón de tensión destacarse en un salón de clase. Es tensionante porque, en principio, uno no quiere ser el blanco de las críticas de otros. Por supuesto, tal tensión es más o menos relevante según el momento de la vida que uno está viviendo, pero me pregunto si uno llega en realidad a superarla, en especial cuando uno se encuentra de nuevo en un entorno de educación formal. Y, ojo, esto no es generalizable. Como he indicado, parte de mi propia experiencia.
En esa experiencia, una consecuencia de destacar podía ser no conseguir "ser parte del colectivo", o ser señalado por los pares con adjetivos usualmente peyorativos (¿'nerd' o 'ñoño' viene a la cabeza de alguien?). Mi sensación es que esta situación se reduce enormemente durante la universidad (al menos en mi experiencia) pero me pregunto si, a ese momento, el daño ya está hecho.
Lo digo puntualmente por algo que escuché durante la sesión de GRYC09, que sugería que escribir de manera activa en el blog personal era equivalente a "ser el sapo en el curso" (esta es una expresión colombiana que hace referencia a personas que intentan agradar a otras personas en posiciones de autoridad, pasando a veces por encima de otras personas). En la primera sesión que tuvimos, algo similar ocurrió: Ante mi insistencia de que tal sesión no era una "clase", alguien dijo algo como "uy, la regañaron en público". Mi impresión es que este tipo de cosas se encargan de 'controlar' a todo un grupo, así que al final todo el mundo trata de mantener un bajo perfil (sentándose en la parte de atrás de la sala o expresando acuerdo con quienes se atreven a expresar su opinión en un foro).
Algo inquietante es que he podido percibir esta misma dinámica en algunos espacios laborales lo cual, sobra decir, es absolutamente nocivo para una organización. Y no puedo evitar preguntarme hasta qué punto depende de las relaciones preexistentes.
Para el caso de GRYC09, la mayoría de quienes están tomando el curso son parte de un mismo espacio laboral, así que hay dinámicas que deben jugar un papel muy fuerte al enfrentarse a la escritura de un blog. De fondo, la exigencia allí es jugar un rol que puede ser completamente diferente al que se juega en la presencialidad, y tal vez por ello resulta tan amenazante la escritura. Porque representa una manera completamente nueva de relacionarse con los otros. Que, peor aún, no está bajo nuestro control.
¿Por qué me llama la atención esto? Porque siento que es un síntoma claro de una presión social que persiste en muchos de nuestros espacios educativos, y que en algunos casos se convierte en el matoneo (bullying) del cual tanto estamos empezando a escuchar.
Me quedo pensando en qué era lo que había detrás de ese tipo de comentarios, en mi época de estudiante. En ocasiones, sin duda era un mecanismo de defensa y de afirmación de la identidad, pero pienso que en otros casos había un intento desesperado de protegerse ante lo que para un profesor podía ser el "comportamiento deseado".
Así, si yo no escribo (por la razón que sea), este tipo de comentarios pueden servir como mecanismo de 'control' para que otros tampoco lo hagan y al final yo no quede 'mal'. El problema es que no se llegan a evidenciar las dificultades internas que el aprendiz pueda tener, sino que son transferidas a todo un grupo, dificultando el proceso de aprendizaje de todos mediante una presión para no "sobresalir".
Tal vez esto suene, incluso, un poco paranoico, pero me temo que es cierto para muchos casos, y me temo que no solemos abordarlo en nuestros espacios de aprendizaje. El asunto es verdaderamente inquietante para mi, pues hace muy palpables ciertas situaciones que, necesariamente, interfieren con el proceso de aprendizaje.
Así que me pregunto si, detrás de la habitual excusa del tiempo (o falta de él) se encuentran otras razones más de fondo, más "metidas" en nuestro inconsciente después de muchos años en el sistema... Y me pregunto hasta qué punto estos factores son propios de nuestra cultura, y de qué manera inciden cuando tratamos de poner en marcha no sólo cursos, sino comunidades en línea.
No he tocado aquí aún el asunto de la evaluación, en donde siento que se hacen visibles muchos de los imaginarios más profundos acerca de lo que significa ser "profesor" y "estudiante". En donde, lamentablemente, la necesidad de "pasar el curso" (no de aprender), nos lleva en ocasiones a pasar por encima de nuestra propia responsabilidad personal, solamente para salir el paso. Siento que ese es un asunto tan o más complicado que el que estoy planteando aquí.
Y el problema es que resulta difícil reflexionar en público porque, como dije antes, no me estoy refiriendo a problemas hipotéticos o a un "querer ser" de nuestros ambientes de aprendizaje, sino a situaciones concretas que he podido observar en las últimas semanas. En esa medida, me inquieta el tipo de conversación que puede generarse alrededor de este post (de la cual tal vez no llegue a enterarme), pero me inquieta aún más no empezar a confrontarla, y seguir jugando a que "todo funciona muy bien" en nuestros espacios educativos.
Creo importante señalar que he intentado referirme a las situaciones, no a las personas. Es muy importante que podamos diferenciar eso, para empezar a identificar nuestras propias dificultades, y resolverlas de manera efectiva...